Así fue que ATLANTE consiguió su ÚLTIMO TÍTULO (Apertura 2007)
En la historia de nuestro futbol hemos visto cómo equipos de gran convocatoria se pierden por años en la media tabla, otros simplemente descienden y los más desafortunados son desafiliados de la liga profesional.
Todo esto debidos a malos manejos por parte de las directivas, cambios de dueño, constantes mudanzas o decisiones pensadas solo por el negocio.
Tal es el caso del Atlante, un equipo de total tradición que por mucho tiempo ha navegado entre primera y segunda con un rumbo indefinido, muchísimas veces en lo más bajo y sólo muy pocas en lo más alto.
Este equipo, que existe desde la época amateur y que dio el paso rumbo al profesionalismo, ha ganado tres ligas: la 46-47, la 92-93, y el Apertura 2007.
En esta última, los Potros de Hierro sorprendieron consagrándose campeones luego de un torneo anterior para el olvido en el que apenas ganaron seis juegos.
En la edición número 58 del campeonato de liga de la Primera División Mexicana, el Atlante dio la campanada al cerrar la temporada regular en tercera posición solo por debajo de Santos y Toluca.
El equipo dirigido por José Guadalupe Cruz, en lo que sería su primera temporada instalado en el Andrés Quintana Roo de Cancún, consiguió sumar 33 unidades con nueve triunfos, seis empates y solo dos descalabros.
Su plantilla estaba repleta de jóvenes:
“Hobbit” Bermúdez, Daniel Guerrero, Alan Zamora, Chema Cárdenas, Clemente Ovalle, Arturo Muñoz, además de jugadores ya consolidados como Federico Vilar, Gabriel Pereyra, Muñoz Mustafá, David Toledo, Edwin Borboa, Giancarlo Maldonado y el camerunés Alain N’Kong.
La primera prueba de la campaña fue en la selva lacandona de Chiapas ante los Jaguares, donde empataron a un gol en el Víctor Manuel Reyna.
Giancarlo Maldonado abrió el marcador al minuto 2 y Osvaldo Lucas encontró la igualada en el 64 para Jaguares.
Ante los Pumas, con quien se verían las caras más adelante en la gran final, se impusieron por la mínima con gol de Alain Nkong, mismo que saldría expulsado casi al finalizar el partido.
En el 3 de marzo derrotaron con un contundente 3-0 a los Estudiantes de la Autónoma de Guadalajara.
El venezolano Maldonado y José González marcaron para el Atlante, además del gol en propia puerta de Juan Carlos Leaño.
Contra Monarcas Morelia igualaron a unos en la cuarta jornada y para la quinta le pegaron a domicilio a los rojinegros 2-1 con anotaciones de Giancarlo Maldonado, que llegaba a su quinta conversión del torneo.
Caso curioso esa noche en el Jalisco, el delantero atlista, Bruno Marioni, erró dos penales seguidos.
Primero Federico Vilar le adivinó a la izquierda, pero el árbitro central repitió la pena y entonces el portero argentino detuvo de nuevo el disparo de su compatriota.
En el empate frente a Santos, Giancarlo Maldonado volvía a marcar y David Toledo hacía lo propio.
A los Tigres de la Autónoma les pegaron en el Estadio Universitario en lo que fue un entretenido 3-2.
Primero marcó Lozano de cabeza para los regios al minuto 10 y el ‘Loco’ Abreu hizo lo mismo seis minutos más tarde.
La reacción atlantista fue obra de José Joel González con un tremendo golazo de pierna zurda que entró al ángulo superior derecho de Cirilo Saucedo, entonces guardameta de los felinos.
El empate en la pizarra lo hizo Gabriel Pereyra de tiro libre y la remontada fue arte de Fernando López.
Ocho días más tarde Atlante se repuso nuevamente de un marcador adverso.
San Luis lo ganaba como visitante con dos goles de ‘El Chango’ Moreno.
Nkong acercó a los Potros y Pereyra empató el marcado de penal al minuto 42.
Chacho Coudet aventajó a San Luis con el 3 a 2 pero Giancarlo Maldonado y su impresionante racha goleadora le dieron el triunfo a los Potros.
El encuentro termino 4-3 en favor del equipo azulgrana.
En lo que parecía una derrota casi segura pero que al final se convirtió en su cuarto partido consecutivo viniendo de abajo para empatar o remontar, Atlante igualó con el Cruz Azul a dos goles en el último segundo del partido.
El paraguayo Carlos Bonet hizo el primero para Cruz Azul y Miguel Sabah de sombrerito marcó el 2 a cero.
Giancarlo anotó con una sencacional tijerita su gol número nueve en el torneo para acercar a los Potros y posteriormente Nkong de cabeza empató el juego ante una pésima salida de Oscar Pérez.
Los Diablos del Toluca no se salvaron y fueron borrados en Cancún dos tantos a cero.
‘El Capo del Gol’ marcaba de nuevo y Paulo Da Silva, defensor toluqueño, traicionaba su portería para dejar el 2-0 final.
Los Tiburones del campeón del mundo, Nery Pumpido y con un joven Miguel Layún entre sus filas, corrieron con la misma suerte que Toluca y cayeron por el mismo marcador.
Los muchachos del Profe Cruz se relajaron y entraron en una mala racha.
Perdieron el invicto en su compromiso número 12 ante el Pachuca, para después empatar con el Guadalajara y ser superados en la fecha 14 por el Necaxa 2 a cero.
Sin embargo retomarían la senda de la victoria en su partido contra el América.
Javier Muñoz Mustafá escribió el primer gol de la noche ante las Águilas y Giancarlo Maldonado, el impresionante hombre gol de esa campaña, marcó el dos a cero a los diez minutos del segundo tiempo.
Santiago Fernández descontó para el equipo capitalino al 87’, pero de nada sirvió.
La penúltima jornada fue empate a unos con los Rayados y en la última le clavaron cuatro pepinazos al Puebla para demostrar que en Liguilla el Potro sería cosa seria.
Por muchas décadas nos habíamos perdido de un Atlante poderoso, implacable y certero. Las crónicas de los años 20, 30, 40 y hasta 50 narran las historias del equipo del pueblo que siempre era una máquina a vencer, digna de ser parte de la Liga Mayor en aquellos días.
Lejos también habían quedado las glorias de Horacio Casarín y sus tantísimos goles anotados con la playera azulgrana; sin embargo estos Potros del Profe Cruz querían seguir dejando la huella de su herradura muy bien impresa en la memoria del aficionado al futbol.
Terminaba la fase regular y Atlante se veía las caras con el Cruz Azul, que había dejado fuera al Pachuca en la reclasificación.
En la ida en el Estadio Azul, Atlante se impuso una cero con gol de Gabriel Pereyra, ex de la Máquina.
Para la vuelta Giancarlo Maldonado abría la llave, Chícharo González al 64 ponía el 2 a cero y Jared Borgetti anotaba del del honor, uno de los pocos que pudo marcar con Cruz Azul.
Contra el Club Guadalajara las cosas se pusieron color de hormiga porque en el Estadio Jalisco el Rebaño se fue con la victoria por la mínima diferencia.
En lo que fue una pena máxima muy discutida sobre Omar Bravo, Ramoncito Morales convirtió de penal dejando sin oportunidad a Federico Vilar a pesar de adivinar la dirección del tiro.
Afortunadamente para la afición atlantista en casa para la vuelta, el marcador sería idéntico, pero ahora en favor del local. Marcó, para no variar, Giancarlo Maldonado.
Atlante se coló a la gran final por la mejor posición en la tabla. Su rival eran los Pumas, que habían terminado la temporada regular en el octavo lugar general.
Primero eliminaban al Toluca y luego se viviría una llave espectacular entre felinos y los líderes Santos
En la ida en Ciudad Universitaria Ignacio Scocco marcó doblete y Héctor Moreno hizo lo suyo con la cabeza.
Santos cerraba la serie en casa y empezaba la tarde con el pie izquierdo.
Apenas al minuto 11 Carlos Humberto González se encontró un rebote y mandó el esférico al fondo para hacer más abultado el global.
Sin embargo, dos minutos más tarde, Daniel Emanuel Ludueña acercó a Santos y luego al 36 de media vuelta volcó en jubilo al extinto Estadio Corona.
Pero Scocco apaciguó a la afición al 52’ luego de una buena jugada de pared, aunque Vuoso le daba un último rayo esperanza a los suyos.
Finalmente, Ludueña concretó un hat trick, pero éste no alcanzaba para avanzar.
5-4 terminaba el global y se definía entonces que la gran final del Apertura 2007 se jugaría entre Pumas y Atlante.
La noche en Ciudad Universitaria atestiguaba como Rubens tenía la primera para adelantar a los Pumas.
Leandro lo intentaba de tiro libre, pero Vilar atajaba.
El Hobbit Bermúdez respondía para los suyos y Pumas se salvaba agónicamente.
La UNAM tejía jugadas de peligro y avisaba con embates de Solari y Scocco que Federico Vilar resolvía con oficio.
El joven Pablo Barrera también mostraba sus armas pero no podía abatir a Vilar.
Atlante fue inoperante a la ofensiva, Pumas no pudo concretar y el partido de ida terminaba sin daños entre uno y el otro
El 9 de diciembre de 2007 y ante 20 mil espectadores, todo se definía en el Andrés Quintana Roo bajo la imparcialidad del árbitro-abogado Armando Archundia.
El experimentado director técnico brasileño mandó al terreno de juego a Bernal, Chispa Velarde, Héctor Moreno, Verón, Israel Castro, Leandro Augusto, Pablo Barrera, Esteban Solari, Ignacio Scocco, Rubens Sambueza y Fernando Espinoza.
Los Potros de Hierro que Guadalupe Cruz eligió fueron Federico Vilar, Mustafá, Chícharo González, Giancarlo Maldonado, Místico Pereyra, el ex puma bicampeón David Toledo, Christian Bermúdez, José Carévic, Gerardo Castillo, Clemente Ovalle y el Chepe Guerrero.
Ambos equipos atacaban, pero sus intentonas no rendían frutos.
Scocco escapaba a toda velocidad y antes de disparar al arco Muñoz Mustafá tapaba su embate.
Giancarlo Maldonado sacaba a Verón de su zona pero ante la serie de fintas y gambetas el paraguayo no se entregaba.
Pereyra probaba a Bernal pero se la regalaba en las manos al universitario.
Barrera disparaba a las afueras del área grande pero el balón se iba muy por encima de Federico Vilar.
Tuca, como siempre, observaba serio. Toledo lo intentó también pero su zapatazo salió desviado.
Al 35’ Solari pudo haber cambiado el rumbo de la historia pero no logró empalmar el balón al arco ante el servicio de Fernando Espinoza
El primer tiempo terminaba sin que se sacudieran las redes. La afición en Cancún pedía goles y para la segunda mitad los protagonistas sobre el terreno de juego no defraudarían.
Pumas aprovechaba la velocidad de Rubens Sambueza por el costado derecho pero la zaga atlantista lo detenía con todas sus armas.
Borita Alcántar inquietó a los Pumas pero su disparo pasó a un costado.
Al 59’, Hobbit Bermúdez pisaba la bola para deshacerse de ella tocando al centro hacia la humanidad del Chícharo González.
Éste con su inteligencia y rapidez elevó un pase filtrado con el que dejó solo a Giancarlo Maldonado.
Sergio Bernal salió precipitado y el caraqueño se lo quitó con facilidad, luego fintó a Fernando Espinoza que se fue en banda y tranquilamente empujó la bola ante el marco desprotegido.
Héctor Moreno casi empata el juego pero el travesaño se lo impedía.
Rubens practicaba su disparo, que fallaba por mucho, antes de salir de cambio por el Cachas Íñiguez.
Poco después el paranaense Augusto tiró un servicio al área chica que encontró la cabeza del rosarino Esteban Solari.
El ex del APOEL chipriota estrelló su testarazo en el poste, sin embargo Íñiguez la mandó al fondo luego de que el balón rebotara en su posición.
Se empató la gran final y los minutos restantes del segundo tiempo serían una locura.
Solari salía del campo con la sien abierta luego de un codazo de Muñoz Mustafá que Archundia no veía.
El argentino regresaría minutos más tarde con la cabeza vendada.
En una dudosa jugada el árbitro amonestaba al Hobbit por “tirarse” dentro del área.
Pero a 5 minutos del final fue que Atlante tejió la jugada con la que se consagraría monarca de liga del futbol mexicano.
Hobbit sacó de banda, Verón rechazó tibiamente y la esférica le cayó a Gabriel Pereyra.
El argentino tiró el balón como pudo al área y en su búsqueda e intento de recepción Giancarlo la mandó a la banda.
Nkong alcanzó el esférico con su velocidad y tocó para el Borita, quien de nuevo la metió al rectángulo.
Hobbit recepcionó y retuvo el balón para sacar un centro muy pobre que salió dividido a un lado.
Un defensor puma punteó el balón para sacarla de zona de peligro, pero su rechace salió rodando a la colocación del lateral Clemente Ovalle.
El regiomontano se postró frente a la pelota, preparó su cuerpo para no volarla y la prendió rencorosamente de pierna izquierda con un cañonazo fulminante que terminó zumbando el ángulo superior derecho para luego introducirse en la portería de Sergio Bernal.
Clemente Ovalle, jugador callado, tímido según sus compañeros de vestidor entregó con un golazo inverosímil, su tercer y último título a los Potros de Hierro del Atlante, el equipo del pueblo.
Con el gol, Pumas se fue para abajo moralmente y de la garra que lo caracteriza no quedó nada.
Archundia miró su reloj y dio por culminadas las acciones.
Atlante, con un equipo desconocido, lleno de jóvenes, sin jugadores de renombre y que la mayoría venía de cumplir préstamos en otros clubes, se convirtió en una escuadra batalladora, que a lo largo de seis meses construyó lo que nadie esperaría.
A la postre, Atlante le ganaría al Cruz Azul la final de la Copa de Campeones de la Concacaf 2008-09 y lograría su pase al mundial de clubes en donde enfrentarían y serían eliminados por el poderoso Barcelona del sextete.
Con garra, pasión y dejando todo, hasta el último aliento sobre el empastado, Atlante peleó durante el Apertura 2007 como un verdadero potro desbocado para brindarle la última gran alegría a su afición y convertirse una Leyenda del Futbol Mexicano.
¿Qué recuerdos tienes de aquel semestre casi perfecto? ¿Crees que es la mejor versión del Atlante en los últimos 50 años?
¡Déjamelos saber en tus comentarios! También te invitamos a suscribirte, para más Leyendas del Futbol Mexicano.