El triste final del Tano De Nigris
Antonio De Nigris fue un trotamundos del futbol que terminó su carrera inesperadamente cuando la muerte se lo llevó de un infarto mientras pasaba la noche en su casa en Grecia.
Surgido de las fuerzas básicas de Monterrey, la joya regia brilló con el equipo al anotar 37 goles en 83 partidos de liga y se llevó el premio a mejor novato durante el año 2000.
Fue en Rayados donde más tiempo jugó, pues tras su salida comenzó un andar por diversos equipos de México y el mundo.
Formó parte del América e hizo un gol en tres partidos, emigró al Villareal de La Liga, donde hizo dos tantos en 15 juegos y posteriormente fue a segunda con el Polideportivo Ejido.
Llegó a Once Caldas, donde estuvo a nada de tocar la gloria y se quedó en la orilla de ganar la Copa Intercontinental.
Regresó a México y jugó con el Puebla, donde logró un gol en 13 partidos, posteriormente llegó a los Pumas y consiguió dos tantos.
De Nigris se marchó al Santos de Brasil donde disputó dos partidos y anotó un gol, posteriormente emigró a Turquía. En el país europeo jugó para el Gaziantepspor, Ankaraspor y Ankaragucu, logró 26 goles en total entre los tres equipos.
Su último equipo fue el Larissa griego, donde sólo jugó 8 partidos sin poder anotar.
El 16 de noviembre de 2009 se reportó su muerte tras un paro cardiaco. La noticia provocó lamentos en el mundo futbolístico debido al carisma del Tano, quien fue advertido que debía dejar el futbol cuando los médicos del Ankaragucu le descubrieron un mal congénito en el corazón.
El amor por la pelota pudo más, y De Nigris hizo caso omiso, llevando a su cuerpo al inevitable final.
Pese a que no fue mundialista, Toño formó parte del equipo subcampeón de América donde México cayó ante Colombia en la final, y jugó también la Copa Oro y Copa Copa Confederaciones.
Al Tano le sobreviven su esposa Sonia, su hija Miranda, su madre y sus hermanos Alfonso y Aldo, quien siguió sus pasos en el futbol y le dedicó el título que Monterrey le ganó a Cruz Azul en el Apertura 2009.