JARED BORGETTI ¿el mejor cabeceador de la historia? (1994-2010)
Los ingleses inventaron el football o balompié, en español. Fútbol o futbol, como lo conocemos en Latinoamérica. El deporte de patear el balón con los pies.
Aprender a usar las extremidades inferiores es básico para la persona que quiere practicar la disciplina. Pero el uso de la cabeza para rematar el balón es una habilidad que pocos dominan.
Los mexicanos tuvimos el lujo de disfrutar a uno de los cabeceadores más exquisitos de toda la historia del futbol.
Jared Francisco Borgetti Echavarría nació el 14 de agosto de 1973 en Culiacancito, Sinaloa, a sólo 10 kilómetros de la capital del estado, Culiacán.
Se inició en el futbol jugando para la Universidad Autónoma de Sinaloa en Tercera división. Posteriormente dejó sus raíces para emigrar a Guadalajara, donde probó suerte en el Atlas.
Después de picar piedra y entrenar duro, cumplió su sueño: debutó profesionalmente el 6 de marzo de 1994 en un encuentro que los rojinegros perderían 3-1 ante el América. Marcelo “El Loco” Bielsa fue el encargado de mandar a la cancha al flaco delantero.
Sería 7 meses después cuando marcaría su primer gol como futbolista de Primera División, en la jornada 6 de la 94-95, ante Toluca. Jared demostraría su olfato goleador, marcando 13 goles en su primera temporada completa, aunque no le alcanzaría para llegar a la liguilla.
En la siguiente campaña los Zorros fueron eliminados en cuartos de final a manos del Veracruz. Borgetti se despedía de los atlistas después de 64 partidos y 24 goles, números bastante importantes para un novato.
El 1 de julio de 1996 La Comarca amanecía con una noticia que no hizo mucho ruido. Un muchacho sinaloense llegaba a Torreón para sumarse a las filas del Santos Laguna, donde el primer torneo que disputaría sería el Invierno 96. Probablemente el único que tomó interés de este traspaso fue el Perro Bermúdez, ya que fue ahí cuando ideó el apodo de Zorro del Desierto.
Comienza la historia goleadora de Jaerd con los de La Comarca
Su primer gol con los Albiverdes no tardó en llegar. Con el número 18 en la espalda y un corte de pelo muy noventero, el de Culiacancito remataba de cabeza para celebrar su primera vez con el equipo donde acabó por ser el máximo ídolo.
Durante los 17 encuentros de fase regular anotó 9 goles, pero se destapó en liguilla. El gran torneo de Santos los colocaba en segundo lugar general y se emparejaban, curiosamente, con el Atlas para disputar los cuartos.
En la ida Jared anotó el del empate a uno; en la vuelta, en el antiguo Estadio Corona, hizo un doblete, con lo que calificaba a su escuadra a las semifinales.
La ventaja conseguida en la ida contra los Toros Neza no apaciguó sus ganas de sangre, por lo que en la vuelta se empachó con su primer hat trick en liguillas. 5-2 marcador global para avanzar a la gran final, la segunda de la historia santista.
Ahí se enfrentaron a un gran Necaxa, dirigido por Manuel Lapuente, un clásico de los noventas. Una de las finales más emocionantes de la historia arrancaba con un trallazo de García Aspe que era desviado a la portería. 1-0 el partido de ida, que dejaba todo para la vuelta.
En la Comarca el juego comenzaba explosivo, con el gol de Paco Gabriel de Anda y el casi inmediato 2-0 de Caballero. Se acababa el primer tiempo y la Comarca gritaba de locura.
Pero pronto Peláez calmaba los ánimos con un zapatazo que se colaba en el ángulo de la portería de Santos. El gol del Matador Hernández ponía las cosas a favor de los Rayos, pero Gabriel Caballero, asistido por Borgetti, volvía a poner las tablas en el global.
La final parecía apuntar a los tiempos extra, pero un centro preciso por derecha de Nicolás Ramírez era rematado por el mejor cabeceador mexicano de todos los tiempos. Un frentazo magnífico que entraba al ángulo.
Este gol fue inmortalizado por la directiva lagunera, con una estatua que se encuentra fuera del Territorio Santos Modelo.
Sin embargo, y para disgusto de los necaxistas, Jared estaba adelantado y el tanto del triunfo no debió contar.
Una plantilla histórica de Santos, con Galindo, Caballero, Paco Gabriel y Miguel España coronaba el primer torneo corto de todos los tiempos, con el primer título de la historia lagunera.
Debut con la Selección Mexicana
El debut con selección nacional llegó gracias a Bora Milutinovic, que lo llamó al encuentro amistoso contra Ecuador en 1997. Ahí, con una camiseta inédita, el delantero marcó su primer gol con el Tri, presagio del gran futuro que le esperaba.
El torneo siguiente Santos no pudo revalidar su título, cayendo con un estrepitoso 6-1 global ante las Chivas. Sería hasta el Verano 99 donde otra vez lograrían estar entre los 4 mejores de la Liga Mexicana, pero el Toluca de Cardozo les mataba el sueño.
Jared Borgetti seguía marcando gol tras gol. Al principio su técnica de pies no era tan descomunal como su remate de cabeza, pero a poco la fue puliendo, ahora sí, con el dorsal 58 que lo hizo famoso.
Dicen, por cierto, que este número lo utilizaba porque la estación de radio “Canal 58” de Guadalajara le pagó por hacerlo, aunque es probable que después se lo quedara por el puro gusto.
Jared y Pony: una dupla letal
Un año después, en el Verano 2000, el chileno Rodrigo “Pony” Ruiz firmaba con Santos y comenzaba una de las duplas más recordadas del futbol mexicano. La cuota goleadora del de Sinaloa aumentó gracias a las asistencias del chaparrito volante, que eran precisas al movimiento del delantero.
Fue ese mismo torneo en que Borgetti se subió al tren del gol y marcó su primer póker de anotaciones ante los Tigres. Ese torneo Santos también llegaría a la final de la mano de Jared, que anotaba goles contra Morelia y Pumas en las rondas previas, pero una lesión del Pony en la final de ida contra Toluca les costaba caro: los Choriceros aplastaban con un marcador de masacre, 7-1 global.
Sin embargo los santistas continuaban jugando muy bien al futbol y el de 1.85 metros de altura lograba su primer título de goleo con 17 tantos anotados durante el torneo regular. Esos números ayudaron a que su equipo llegara hasta semifinales, donde Morelia, a la postre campeón, los eliminaba.
Jared y compañía no se rendirían y el Verano 2001 sería otro histórico. Para empezar, llegaba el segundo campeonato de goleo para el delantero, con 13 goles. Pero no era todo.
En la liguilla se encontraron con Tecos. Con dos goles en la ida y dos en la vuelta, Jared daba un golpe sobre la mesa, demostrando que él era el líder de Santos y estaba dispuesto a dejar su huella en la historia de la institución.
En otro partido inverosímil, Santos visitaba el Cuauhtémoc de Puebla. Los Camoteros iniciaron ganando 2-0, pero dos goles del número 58 empataban la situación. El Pity Altamirano metía un golazo de tiro libre, pero Claudinho sellaba el empate a tres arrancando la segunda mitad.
El juego era una locura, pero todavía no terminaba. Penal a favor del Puebla y el Beto García Aspe le daba la vuelta al marcador. Sin embargo, unos minutos después, Jared, de cabeza, metía el 4 a 4.
Adrián Martínez, portero de Santos, poco pudo hacer ante el incontestable cañonazo de Aspe, que se anotaba el último gol del partido.
A pesar de la ventaja, los poblanos no pudieron con el calor de Torreón y con goles de Pony Ruiz y Johan Rodríguez, Santos calificaba a una nueva final del futbol mexicano, esta vez contra Pachuca.
En la ida parecía que los de La Comarca no darían el ancho, permitiendo un gol de Santana en los primeros minutos. Pero sólo unos instantes después, el impoluto Borgetti metía un frentazo seco para vencer a Miguel Calero.
Pachuca presionaba por derecha, centro tras centro, tiro tras tiro, pero no lograba concretar. El segundo tiempo fue para los santistas, que también tuvieron sus chances. A pase de Ruiz, Jared estrellaba su cabezazo en la base del poste.
Un cuarto de hora después, el Grande Martínez atajaba un penal mal marcado por el árbitro y Calero sacaba una atajada épica a remate del 58.
Al minuto 85 Ramos Rizo volvió a pitar falta dentro del área y esta vez Pedro Pineda no erró su disparo. Santos recibiría la vuelta con un gol de desventaja.
Arrancando el partido Santana mandaba un balón al travesaño, pero sería Borgetti el primero en marcar con el sello de la casa, con un valiente cabezazo casi a ras de suelo, después de un recentro de Trujillo.
Otra vez el delantero mexicano le mostraba a sus compañeros el camino, guiándolos al preciado título. En el segundo tiempo Chitiva daba esperanza a los hidalguenses, pero un gol de Trujillo y otro de Róbson le daban el segundo título a la escuadra de La Comarca Lagunera.
El Estadio Corona celebraba como pocas veces lo hizo y señalaba a Jared Borgetti como el líder futbolístico y moral de uno de los mejores equipos de la época.
Jared se adueña de la delantera en combinado nacional mexicano
A pesar de no haber sido convocado para el mundial de Francia 98, Jared se adueñó de la delantera del Tri a partir del año 2000, marcando incluso un gol ante Ecuador en su regreso a la Selección.
El 8 de octubre de ese año marcó su primer hat trick con la escuadra nacional, en las eliminatorias mundialistas contra Trinidad y Tobago. Sin embargo, la Selección pasaba por un momento paupérrimo y arriesgaba fuertemente su calificación al Mundial de Corea y Japón.
Con Javier Aguirre de bombero, Borgetti marcaba el gol con que México derrotaba a Estados Unidos y daba esperanzas para retomar el camino; afortunadamente se lograría el milagro.
Ese mismo verano se disputó la Copa América en Colombia. México era emparejado con Brasil, Paraguay y Perú. Se creía que íbamos a ganar a los “débiles” del grupo, pero la realidad fue otra.
En el primer partido contra Brasil, México batallaba. Después de un rebote en el área, Jared bajaba el balón con el pecho y remataba con pierna derecha al arquero brasileño. México ganaba 1 a 0 y parecía que calificaría en primer lugar de grupo.
Sin embargo, y después de un empate a ceros con Paraguay, Perú vencía 1-0 a la Selección, que apenas y arañaba la calificación en segundo lugar de su grupo.
Ya en cuartos se vería una mejor versión del cuadro mexicano, que derrotaba a Chile con goles de Arellano y Osorio. Buen partido con el que obtenían el pase a semifinales, donde ya los esperaba Uruguay.
En ese torneo, y en todos los oficiales de selecciones, la CONMEBOL exigía una numeración lógica en las camisetas, del 1 al 23, por lo que Jared tuvo que dejar de lado el 58 y portó la número 9.
Eso, como es de suponerse, no mermó ni un poco toda su calidad individual. Con un doble recorte digno de genio, el de Culiacancito se llevaba al defensa charrúa y remataba cruzado, para marcar el primero del partido.
A pesar de que los uruguayos lograron el empate, el penal anotado por García Aspe daba a México la calificación a otra final de Copa América.
Ante el anfitrión en el Estadio Campín de Bogotá, México tuvo nula llegada de peligro. En una jugada a balón parado, Borgetti perdía la marca de Córdoba, quien, con un buen remate vencía al Conejo Pérez y le daba el título a su país.
Todo el siguiente año sirvió para calentar motores antes del Mundial. Su cuota goleadora con Santos no disminuía y cerró la 2001-2002 con 23 goles en 30 partidos, aparte de los 3 que anotó en amistosos de la Selección.
Llegaba la hora, el sueño que todos los futbolistas profesionales añoran desde que pisan la cancha por primera vez. El mundial arrancaba y el equipo ganaba con gol del Temo ante una despistada Croacia.
En el segundo partido Jared era titular ante Ecuador, el mismo equipo contra el que debutó con el Tri.
Los sudamericanos comenzaban ganando al minuto 4, pero México era mejor. Al 24, Ramoncito Morales, otro grande, mandaba un centro a media altura, que Borgetti remataba con la pierna que pocas veces utilizaba, demostrando que la tenía guardada para momentos importantes.
Con un golazo de Torrado, México ganaba 2-1 y agarraba valor para enfrentarse al mejor del grupo: Italia.
Jared pasa a la historia con uno de los goles más bonitos en Copas del Mundo
El 13 de junio de 2002, en la madrugada de nuestro país y con la señal llegando desde Oita en Japón, seríamos testigos de una proeza, un momento que ha quedado grabado con fuego en la memoria de todos los aficionados al futbol mexicano, nacidos antes o después de aquel día.
Corría el minuto 34. Eran las 4 de la mañana con 15 minutos en México. Cuauhtémoc tomaba el balón y se lo acomodaba a su pierna derecha, mientras levantaba la vista. Ya sabía lo que tenía qué hacer.
Borgetti corría delante de Nesta, desde el punto penal hacia primer poste. El Temo, dueño de un toque mágico, ponía el Fevernova a la altura correcta, para que el sinaloense se levantara, de espaldas a la portería y girara el cuello a la izquierda, con la fuerza y colocación adecuada, perfecta para que el balón venciera a uno de los mejores porteros de la historia.
Gianluigi Buffon se quedaba parado y se limitaba a recoger la pelota del fondo de su portería. Jared corría con su 1.85 de altura y esa camiseta holgada con el número 9, para festejar con sus compañeros uno de los goles más hermosos de toda la historia del futbol mundial.
El partido de octavos es duro de recordar, porque ya todos sabemos lo que pasó. México se volvía a casa con el recuerdo de la gran actuación ante Italia, pero eliminados, una vez más, en el cuarto partido.
El 24 de enero de 2004, Jared Borgetti alcanzó los 200 goles en el futbol profesional de nuestro país. Fue con un remate de cabeza, como de que no, después de un centro del Pony Ruiz, por supuesto. Gol ante Necaxa en el Estadio Victoria.
Ese mismo año los Santos jugaban por primera vez la Copa Libertadores de América. Después de una fase de grupos algo atropellada en la que ganaron 6, empataron 3 y perdieron otros tantos, alcanzaron el pase a octavos en segundo lugar de grupo.
Ya ahí, River Plate visitó La Comarca, donde derrotaba al local con un solitario gol de Tula al 58. En la vuelta los Albiverdes sacaron la casta y ganaron 2-1 en un gran partido, empatando el global.
Jared marcó el primero de los penales, pero su equipo fue derrotado después de un descarado robo de los árbitros sudamericanos, que hicieron repetir un penal que había sido atajado por Lucchetti, portero lagunero.
El 25 de abril de 2004, los aficionados coahuilenses vieron el último gol del Zorro del Desierto en el equipo que lo vio encumbrarse. Fue en el 6-0 ante Morelia, en el Estadio Corona. Ese mismo año la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol lo colocó como el quinto mejor goleador del mundo en 2004, por debajo Ali Daei, Carlos Tévez, Adriano y Didier Drogba.
El Zorro del Desierto dice adiós a La Comarca Lagunera
Debido a sus problemas económicos, Santos tuvo que vender a muchos jugadores de su plantilla, entre ellos a su máxima figura.
Jared Borgetti se despedía de la institución que marcó su carrera deportiva. Con Santos jugó 319 partidos y marcó 205 goles en todas las competiciones, nacionales e internacionales. Ganó dos campeonatos de goleo y dos títulos de la Primera División mexicana. Es, con certeza, el mejor jugador que ha portado la camiseta del equipo de Torreón.
Su siguiente aventura duraría poco. Los recién ascendidos Dorados de Sinaloa compraron su ficha y el jugador tuvo la oportunidad de estar cerca de su tierra natal. Sin embargo sólo participó una campaña en Culiacán, anotando 8 goles en 14 partidos.
Pachuca apostaba por el experimentado artillero y compraba su ficha a los Dorados. Con los hidalguenses sólo marcó pocos goles, pero se lució con dos tripletes. Uno contra Chivas y otro ante el Atlas. Esto le valió su convocatoria a la Copa Confederaciones de 2005.
Borgetti en la Copa Confederaciones previo al Mundial de Alemania 2006
El equipo dirigido por Ricardo La Volpe marchaba hacia el mundial de Alemania casi sin despeinarse, caminando, como decía el argentino. Y la Copa Confederaciones era el preludio ideal para demostrar que su buen juego no era casulidad.
Jared venía de marcar 12 goles en 7 partidos eliminatorios, que le daban una confianza rotunda para encarar el torneo internacional.
México vencía con autoridad a Japón y se preparaba para enfrentar a Brasil en el segundo partido. Ahí sucedería algo insólito. El 9 era derribado en el área y se marcaba penal a favor de los nuestros.
Borgetti se persignaba y remataba al centro. Gol… pero se repetía el penal por invasión al área. Segundo intento. Jared repetía el ritual y tiraba de nuevo, el balón rebotaba en el travesaño… pero se repetía el penal por movimiento indebido del arquero.
Ramoncito Morales pedía el balón para el tercer penal, pero el delantero no cedía. Una vez más la persignada, pero esta vez los dioses no le ayudaron y el brasileño atajaba su disparo.
Ni Kaká, ni Ronaldinho ni Adriano marcaron la diferencia. Tuvo que llegar el de Sinaloa, corriendo dentro del área para girar la cabeza y rematar el centro de Pável Pardo. Gol de México que vencía, una vez más, a su similar de Brasil en partido oficial.
Después de un gris empate con Grecia, México le dio un verdadero baile a Argentina en semifinales. Sin embargo el Tri volvía a perder una tanda de penales en la que casi todos, incluyendo Jared, marcaron su penal, excepto Ricardo Osorio.
El partido por el tercer lugar sería épico también. Los germanos iniciaron ganando con un golazo de Podolski, pero el Kikín empataba con un buen disparo cruzado. Bastian Schweinsteiger daba la ventaja a su equipo, pero la histórica frente de Borgetti devolvía las tablas al marcador.
El 3-2 alemán llegó después de una serie de rebotes en el área mexicana, pero otra vez y para no variar, Pável mandaba un dardo envenenado a balón parado que Jared Borgetti cabeceaba, de rutina, para el empate final.
En tiempos extra poco se pudo hacer después del tiro libre de Balack, que dejaba a México con un sabor agridulce, pensando que se pudo lograr mucho más que un cuarto lugar.
Inglaterra, un nuevo reto para Jared
Sin embargo, y para sorpresa de todo el país, un equipo de la Premier League había posado la mirada en el número 9 de los verdes. Jared Borgetti, a días de cumplir 32 años de edad, se convertía en el primer mexicano en jugar en una de las mejores ligas del mundo. Bolton Wanderers se convertía en su próximo destino.
Con Bolton marcó dos goles en la Copa de la UEFA, ante Lokomotiv Plovdiv y Besitkas. También marcó contra Watford en la FA Cup y en la Copa Carling, esta vez rompiendo las redes del West Ham y Leicester City. Apúntenle también un par en liga, contra Manchester City y Charlton Athletic.
Es, por supuesto, el primer mexicano en marcar gol en todas estas competiciones. Con el Wanderers sólo pudo mostrarse en la 2005-2006, jugando 32 partidos y marcando 7 goles. Pudo hacer más, eso seguro, pero el técnico prefería poner a un delantero desconocido, que curiosamente, era manejado por su hijo.
Copa del Mundo Alemania 2006
Borgetti asistió al Mundial de Alemania 2006 en calidad de jugador europeo. Sin embargo poco pudo hacer después de una lesión en el primer partido contra Irán. Su regreso se dio en octavos contra Argentina, pero fue desafortunado.
La acción más memorable es esa lucha en el área que tuvo con Crespo, en la que cayó el gol sudamericano. Todavía no se tiene claro si fue autogol de Jared. Después de eso, México sería eliminado con el famoso disparo de Rodríguez.
Jared en tierras Sauditas
Debido a la poca actividad en Inglaterra y a la millonaria oferta del Al Ittihad de Arabia el delantero decidió irse a ganar petrodólares. Una decisión que seguro no lamentó, ya que logró consolidar su patrimonio y desarrollar el final de su carrera con tranquilidad. En el país árabe, Jared jugó 15 partidos y marcó 8 goles.
De regreso en México y su despedida de la Selección Mexicana
Aunque parecía que regresaba a Santos, finalmente anunciaba su llegada al Cruz Azul para disputar el Clausura y Apertura 2007. Con un muy bajo rendimiento, muchas lesiones y sólo 7 goles anotados en 26 encuentros, Jared le decía adiós a los cementeros.
Su siguiente escuadra fue Monterrey, donde tuvo más actividad. Su mejor momento fue en cuartos contra Chivas, donde marcó 3 goles en el partido de ida. Incluso, en semifinales, anotó un emotivo gol contra Santos, pero a los regios no les alcanzó para llegar a la final. Con Monterrey jugó 30 encuentros y marcó 10 veces.
La última vez que veríamos a Jared Borgetti anotando gol con la camiseta de la Selección Mexicana sería en Nuevo León, justamente. Jared anotó dos goles en el partido que México ganaba 7-0 a Belice.
El penúltimo fue, claro, con el sello de la casa. Tremendo remate que venció al portero centroamericano. El último, ya en tiempo de compensación, entró casi llorando en la base del poste.
Después, el punta dejaría de ser considerado y no sería convocado al Mundial de Sudáfrica 2010. Se iba como máximo anotador de la Selección Nacional, con 46 goles. Ese récord lo sostuvo durante mucho tiempo, hasta que llegó Javier Hernández.
Es, por supuesto, el máximo goleador de cabeza, con 23 goles y, con la misma cantidad de anotaciones, es el más eficiente en cuanto a anotar en partidos eliminatorios. Un «killer» que sorprendentemente sólo ganó una Copa Oro con México.
En 2009 era traspasado al Guadalajara, sin duda la parte más gris de su larga trayectoria. Con las Chivas sólo participó de 13 juegos y sería la única camiseta de su carrera donde no anotaría gol.
El Apertura 2009 lo jugó con la camiseta del Puebla, dirigido entonces por Chelís. Los camoteros empujarían hasta llegar a cuartos de final, donde Borgetti marcó un gol en el frenético empate a 4 con Cruz Azul, que ganarían la llave. Le decía adiós a la Franja con 5 goles en 15 partidos.
De Primera a Segunda División
Su último equipo de Primera sería el Morelia, club donde hizo historia. Era el 13 de febrero de 2010. Falta en el área y Jared se alistaba para tirar el penal. Lo falló, pero se tuvo que repetir. En segunda instancia el goleador no fallaría y con ello, alcanzaba a José Saturnino Cardozo como el tercer mejor goleador de la historia de México.
El 28 de abril, también de penal, marcó su número 250 para rebasar al paraguayo. Para la historia quedará el último gol de Jared Borgetti en Primera División. Fue, para cerrar con broche de oro, contra Santos Laguna, en la semifinal del Bicentenario 2010.
Al finalizar esa campaña, Monarcas le avisó que ya no contaban con él. Con los michoacanos jugó 21 veces y marcó siete goles.
Ningún equipo del Máximo Circuito le ofreció algo interesante, por lo que estuvo a punto de anunciar su retiro. Sin embargo, el León le convenció de ir a jugar a Liga de Ascenso.
En Guanajuato sólo jugaría un torneo, donde la Fiera no alcanzó liguilla, por lo que Jared Borgetti anunció su retiro definitivo, al no ser llamado por Santos, donde pensaba decir adiós. En León, el delantero de 37 años marcó 7 veces en 16 partidos.
Jared es un hombre récord. Es el mejor tercer anotador histórico de la Primera División de México, el único futbolista mexicano en anotar más de 200 goles para un solo club, también es el más goleador en liguillas con 41 tantos.
Es también el que más anotó en una sola fase final con 9 y el más goleador en un año calendario, 2001, con 41 anotaciones. Esto, claro, sumado a todos sus logros con Selección Nacional, antes mencionados.
El de Culiacancito, Sinaloa, se pelea el puesto de segundo mejor delantero de la historia de México. Contundente, exquisito, puntual, rematador de izquierda y de derecha, con un olfato sin precedentes, cabeceador infalible, certero y confiable, así fue Jared Borgetti, una Leyenda del Futbol Mexicano.
¿Qué te pareció la carrera del Zorro del Desierto? ¿Te imaginas cómo hubiera sido su trayectoria de haber llegado más joven a Inglaterra? ¿Crees que Santos le falló a su figura al no dejar que se retirara ahí? Déjamelo saber en los comentarios. Si te gustó el video dale like, compártelo y suscríbete para más Leyendas del Futbol Mexicano.