La patada del VASCO AGUIRRE y la PALIZA 5-0 a USA - México en la Copa Oro 2009 - Campeón
La del 2009 fue la última Copa Oro de la primera década del siglo XXI; diez años tortuosos para la Selección Mexicana a nivel de la CONCACAF, en donde sufrió fuertemente para llegar al Mundial de 2002 y al de 2010.
También perdió varias veces el título de la zona, cediendo mucho tramo en la carrera con Estados Unidos, esa que parecía ganada después de casi 100 años de superioridad futbolística.
Javier Aguirre llegaba como bombero por segunda vez en su carrera para rescatar el barco azteca después del desastroso paso del sueco Sven-Göran Eriksson, que por poco hunde cualquier aspiración rumbo a Sudáfrica.
Como en muchas ocasiones, la Copa de Oro se presentaba como el primer pasito del camino para el nuevo entrenador, y como siempre, definiría mucho de lo que veríamos después.
México tenía una última oportunidad de demostrar quien mandaba antes de entrar a los 2010 y Aguirre sólo contaba con una opción para superar lo realizado por Hugo Sánchez un par de años atrás: convertirse en monarca de la CONCACAF.
En la décima edición del máximo torneo de selecciones de la Confederación de Fútbol Asociación de Norte, Centroamérica y el Caribe, se repetía lo de 2007, donde ya no vimos a más países invitados y sólo participarían los locales.
Grupos Copa Oro 2009
El grupo A estaba conformado por Canadá, Costa Rica, Jamaica y El Salvador. En el B teníamos a un debutante, Granada, que acompañaría a Haití, Honduras y Estados Unidos, país anfitrión que en esta ocasión ofrecía más sedes que nunca. En total serían 13, con dos partidos para cada estadio y la gran final que se disputaría en el de los Gigantes de Nueva York.
Otro dato de color es que Cuba había ganado su pase a esta Copa, pero declinó porque estaban en un proceso de preparación para ganar la del 2011… spoiler alert, eso por supuesto no sucedió. Se dijo que la razón real eran las constantes deserciones de sus futbolistas una vez llegados al vecino del norte.
Plantilla México Copa Oro 2009
México compartía sector con otro novato, Nicaragua, además de Guadalupe y Panamá, por lo que el pase a segunda ronda era mucho más que una obligación.
Aguirre decidió hacer una limpia y dejó fuera a pesos pesados como Pável Pardo y Oswaldo Sánchez, armando una base de futbolistas de la Liga Mexicana como Pablo Barrera, Gerardo Torrado y Luis Miguel Noriega.
Los únicos europeos que convocó fueron Omar Bravo del Deportivo la Coruña; Giovanni dos Santos del Totenham y Carlos Vela del Arsenal, estos dos últimos mucho más maduros después del campeonato del mundo sub 17 que alcanzaron juntos cuatro años atrás.
México vs Nicaragua
Los pupilos del Vasco debutaron contra Nicaragua, que definitivamente pagó su derecho de piso. Un piso que por cierto estaba en pésimas condiciones, con la marca del diamante en donde juega el Oakland Athletics de las Grandes Ligas.
Aguirre mandó lo mejor que traía al campo y Nicaragua lucía un uniforme muy bonito, blanco con dorado. El fantasmita Torrado daba indicaciones antes de comenzar y ahora sí arrancaba la Copa Oro 2009.
Muy pronto los pinoleros probaban a Ochoa, que tenía que atajar en dos tiempos. Luego Giovanni hacía una gran corrida, pero disparaba muy apachurrado.
A Carlos Vela le daban un patadón y tenía que salir a ser atendido en la orilla del campo, mientras el técnico nacional daba voces a los suyos y le indicaba a Medina lo que tenía que hacer en la cancha, que entraba por el torcido número 11, poco después del disparo de Dos Santos.
El país con los habitantes de mil apodos lo intentaba con más fuerza que técnica individual y México tampoco se encontraba bajo el sol californiano. Sabah se encontraba una solito dentro del área, pero Solórzano se barrió en tiempo perfecto para sacarla a la esquina.
Noriega cabeceó muy mal un buen centro y los nicas se volvían a salvar gracias a otro pésimo testarazo. El Vedina centró y la defensa desvió, pero el portero no tuvo más problema.
El balón era mexicano y Nicaragua intentaba… esto. Noriega hizo una buena pared y definió de zurda, por afuera. Aguirre se acariciaba reflexivo la nariz en lo que Paco Memo organizaba a su zaga.
El portero mucho era muy mal y en cada salida fallaba. Medina cruzaba muchísimo su intento de centro. Las patadas estaban a la orden del día, a falta de buen futbol. Un tongo se armnaba dentro del área, pero todo terminaba en saque de meta, mientras Barrera calentaba bajo las instrucciones de la dupla Capello-Vasco.
Cuando estaba más aburrido que nunca, el Jagger Martínez era derribado en el área y se pitaba el penal. Luis Miguel Noriega, que jugaba para Puebla y que sólo disputó 5 partidos en Selección Nacional durante toda su trayectoria, marco el que fue su único gol con la casaca del Tricolor.
A Vela de plano se lo llevaron cargando al vestidor y Mendieta continuaba con su pésima actuación, justo cuando terminó la primera mitad. Pablito entraba a la cancha a ver si cambiaba las cosas, sacando de una el potente disparo que escupió el arquero.
Aguirre estaba más aburrido que nosotros y la cabeza de Giovanni la mandó por el costado. Noriega estuvo a nada de ganarse la tarjeta roja por un duro planchazo, para luego recibir una cucharada de su propia medicina.
Después de lo que pareció un siglo entero, vimos otra jugada de peligro, curiosamente una vez más con la cabeza de Dos Santos, quien sabe si el único partido de su vida en donde hizo esa doble hazaña.
Los nicaragüenses dispararon desde Managua y Ochoa no tuvo inconvenientes, en una escena casi idéntica que se repitió minutos después. El partido fue tan, pero tan malo, que dio un poco de pena ajena ver a Barrera celebrar con tanta enjundia, aunque habría que perdonarlo considerando que esa volea representó el primero de los seis tantos que marcaría para México. Dato curioso es que cinco de ellos fueron en dos ediciones de la Copa Oro.
Por fin pitaban el final y Aguirre se iba aliviado después de tremendo sangrado ojos. Debía ahora preparar el segundo partido de grupos contra Panamá, en donde viviríamos un episodio absolutamente insospechado.
México vs Panamá
Panamá con una de las mejores generaciones de su historia llegaba convencidísima de sacar el resultado y a pesar del amistoso saludo antes de iniciar, las cosas dentro de la cancha serían diametralmente opuestas. Ahora sí con un espectacular escenario, que algunos le vieron forma de ring, seríamos testigos de una lucha grecorromana para el recuerdo.
Primero Baloy le daba un caballazo a Sabah y la amarilla salía volando del bolsillo del árbitro. Aguirre se aseguraba de que sus zapatos estuvieran bien boleados, poco antes de la dura barrida de Torrado que le acarreaba una plancha criminal en la cara.
Los mexicanos recordaron que se dedicaban a jugar futbol y el Jagger extendió sobre la banda izquierda para que Giovanni Dos Santos le regalara medio gol a Miguel Sabah y vencieran así a Penedo.
Después de un amistoso intercambio entre el nazareno y Ochoa se armaba la primera discusión en media cancha, para que segundos después Blas Pérez arrollara durísimo al portero nacional. El futbolista de Pachuca ya no tenía nada qué hacer ahí y tumbó del travesaño al del América.
El Vasco andaba como león enjaulado y todo esto había sucedido en apenas 15 minutos. Martínez vengaba a su portero y Gio también enseñaba los dientes. A Noriega lo mandaban a volar provocando que los fotógrafos levantaran los tripiés, antes de que Sabah y el Jagger se estorbaran de cara al gol.
El poco futbol de los canaleros se limitó a este tiro libre y poco más. Moreno le dio de comer su codo a Pablo Barrera y debieron mandarlo a descansar, pero sólo le tocó la amarilla. Torrado cometió una falta sin razón y de ahí nació el empate.
El Conejo Blás se encontró el balón tras varios rebotes y con la izquierda la empujó a portería, gracias a la pésima marca de toda la defensa nacional, pero sobre todo de Magallón y el Gringo Castro.
Escobar se trenzó con Martínez y el colegiado ya estaba sudando frío, marcando quién sabe qué. A Jhonny también me lo tundieron, lo mismo que al grandotote Pérez y una más sobre Sabah, como no queriendo.
Garcés no supo qué hacer con la pelota, terminando todo en sonrisas. A Gio le daban un manazo en el rostro y entonces explotó por primera vez. Le daban de nuevo a Dos Santos y Noriega llegaba a empujar por empujar. Baloy lo encaraba y el salvadoreño Joel Aguilar disparó dos expulsiones, una para el de Puebla y otro para Gun que poco o nada había hecho.
Mexicanos y panameños le reclamaban de todo al de rojo que agarraba su balón para marcharse a tomar un respiro. Al regresar nada cambió. ¿Eso de que los partidos 10 contra 10 son mejores? Acá no. Isarel Castro le enterró la rodilla a Blas, que se quedó sin zapato.
Luego caía Pinto, pero ya no se señalaba nada y Pérez lanzaba un insulto en panameño. A escobar le metían un cachazo y casi media hora tuvo que pasar para la primera de peligro, con un mal tiro de Dos Santos.
Aunque las patadas dentro de la cancha ya habían disminuido considerablemente, fuera de ellas no fue así.
El momento culmen de esta batalla sin cuartel llegó al 79. Philips corría por la banda derecha y poquito antes de que la pelota abandonara, el director técnico Javier Aguirre, con sus relucientes zapatos, le metió una patada en el abdomen.
Una situación inexplicable que por supuesto sacó de sus casillas al panameño y provocó la furia de sus compañeros. Philips y el experimentado Vasco se iban expulsados, mientras que la cámara húngara se armaba en la banda del campo.
Nueve minutos se tardó el jugador en marcharse y sólo se alargó la agonía de un partido que se murió desde que nació, a pesar de que duró 100 minutos.
La imagen de Aguirre por supuesto le dio la vuelta al mundo y como el partido se esfumó entre la nada y el juego brusco, esta acción marcó al torneo y le puso una manchita a la hasta entonces impoluta trayectoria del entrenador.
México vs Guadalupe
Luego de tremendo bochorno, era hora de cerrar el grupo frente a la débil Guadalupe, selección que ya había dado de qué hablar en la edición pasada y que nuevamente dio un par de golpes de autoridad, venciendo a Panamá y Nicaragua en sus dos primeros encuentros.
Se inicio fuerte con un desborde del Venado que terminó en un desvío del guardameta. El ex técnico americanista suplía al Vasco y miraba con gesto concentrado.
Omar Bravo le pegó feísimo en una que parecía buena, mientras Aguirre vigilaba desde las alturas, supervisado por Néstor de la Torre y Justino Compeán.
Venado volvía a probar su suerte con ese mal centro e Israel Castro intentó su bien conocido bombazo de lejos. Bravo robaba la pelota, pero después le pegó chorreadísimo y la participación mexicana era muy mala.
Giovanni tiró de derecha y el portero bostezó. Los isleños se barrían en todos los sectores de la cancha, ganándose varias amarillas. Otra vez Dos Santos le pegó, pero cero peligro provocó.
El bloque defensivo blanco parecía impenetrable y la bola se paseaba por todo el tercer cuarto de cancha, pero la profundidad simplemente no existía, lo que provocó otro concacafquiano disparo de Gerardo Torrado.
No obstante, el capitán mexicano se desquitaría de ese y otros tantos tiros malos de su carrera, reventando la de gajos con un buen derechazo que se escurrió entre botecitos a la portería. Su festejo, por cierto, incluyó un bailecito muy falto de ritmo.
Antes de concluir el primer tiempo Omarcito hizo un control de clase mundial, pero ya no le dieron las piernas para definir y después Gio le dio un bombón al mismo número 9 que continuaba su festín de goles fallados en tres copas de oro consecutivas.
La primera de peligro en el segundo tiempo llegó hasta el 58 y terminó en un pésimo centro de Gudalupe. Noriega, Vela, Valenzuela y Franco observaban igual de aburridos que los 24 mil asistentes al estadio de la Universidad de Phoenix.
Venado hizo una genial, pero también acabó en el limbo. Pablito Barrera se alistaba y el mayor de los Dos Santos le cedía estafeta. Por fin veíamos algo de futbol con una tremendísima atajada de Guillermo Ochoa, que voló como siempre lo ha hecho desde su debut en 2004.
Guadalupe por fin conseguía su objetivo de quedarse con 10 hombres, luego de que Vertot tacleara a Bravo y se fuera expulsado por doble amarilla. Ahí mismo Fausto Pinto le entraba al buffette de fiascos y se perdía el segundo.
El Mochiteco trataba y trataba, pero su pelea con la camiseta nacional no llegaba a su fin, gracias a una estupenda parada guadalupense. Ludovic Gotin (gotan) se volvió loco y a nada se quedó de meterle los tacos a Pinto en la espinilla, por lo que también se fue a bañar temprano.
El obligadísimo segundo gol mexicano llegó de cabeza, rematado por el Íntimo Miguel Sabah, en otro apodo claramente otorgado por el Perro Bermúdez. Todavía el Hombre sin Miedo pudo clavar su doblete, pero no le alcanzaron los centímetros.
Medina probó de nuevo a Fausta y parecía que los mexicanos sólo podían desplegarse en el 11 vs 9. El Venado tuvo otra más y de nuevo el arquero se lo negó. Sabah no quería quedarse afuera y tuvo una falla tan evidente como vergonzosa que el Vasco ahogó en un sorbo de agua antes del pitido final.
México vs Haití
México avanzaba así a cuartos de final, en donde agarraría a Haití de su puerquito, a pesar de que los caribeños venían de dar un gran espectáculo en su encuentro frente a Estados Unidos.
Sabah tuvo la primera con un mal remate de cabeza y de nuevo Mario Carrillo miraba a la cancha con cara de pocos amigos. Venado Medina no tuvo la más remota idea de cómo usar la izquierda y se unió a la lista de mexicanos erráticos.
Esquivel se testeó con la derecha, pero el portero atajó en dos tiempos. En un tiro de esquina un defensor haitiano voló dentro del área con las manos en alto y el potente remate de Sabah se estrelló en una de ellas, con lo que el penal era más que evidente.
Castro quiso ser el encargado y una vez más llegó la falla azteca, pero afortunadamente el instinto goleador del camiseta 14 se hizo presente y sacó las papas del fuego.
La sardina por fin se abrió y los goles ya no dejaron de caer, aunque por supuesto que los errores nacionales llegaban también a racimos e incluso Ochoa tuvo que estirar la mano para sacar un tiro elevado, antes de ser exigido a primer poste.
El segundo tanto arribó poco antes del descanso. Giovanni hizo una finta que sólo pudo aprender en La Masía y el haitiano se fue hasta sucas. El hijo de Zizinho disparó con perfecta colocación y la clavó, no sin cierta colaboración del portero.
Dos Santos celebró su primer gol en la Copa Oro con la Beliseñal, haciendo alusión a su naciente relación con la cantante Belinda.
Todavía Sabah se quedó con las ganas de meter una diana de taconazo y así finalizó la primera mitad.
A la vuelta los caribeños no se quisieron quedar fuera de la lista de fallos y el número 11 perdonó la meta de Ochoa. El Íntimo hizo una corrida espectacular, pero le dio frío definir él mismo y luego se echó a perder.
A Torrado lo hicieron pedazos en la entrada del área y ni falta marcaron. Los lesionados, el suspendido y los jefes miraban en calma, mientras Gio cobraba un tiro de esquina desde la izquierda. Sabah brincó para abajo y con el parietal definía el 3-0.
Capello alistaba la entrada del número 10: Guillermo Franco, que ingresó al 67’ y se convirtió así en el segundo jugador naturalizado en disputar una Copa Oro para México, algo sólo Sinha logró en la 2005.
Haití volvía a perderse el del descuento con un remate que más bien fue rechace. Ochoa tuvo que trabajar en dos tiempos mientras su equipo ya estaba relajado y peloteando.
El cuarto y último mexicano fue obra de Pablito Barrera, con una volea espectacular y salida de otro partido. No, más bien de otro torneo.
El equipo tricolor ejecutó adecuadamente su chamba y superó un escolló que prácticamente nada le exigió, para lograr su pase a las semifinales, donde verdaderamente arrancaba el buen nivel de la Copa Oro.
México vs Costa Rica
Costa Rica arribaba al penúltimo partido luego de muchos tumbos en fase de grupos, pero aniquilando a Guadalupe con un contundente 5-1. Los Ticos todavía no armaban a esa gran Selección que la rompió en el Mundial 2014, pero ya tenían algunos nombres interesantes, empezando por el portero Keylor Navas.
Y sólo tardaron 30 segundos para demostrar su potencia, con una corrida por derecha de Andy Herron que Efraín Juárez alcanzó a rescatar sobre la raya. Brenes disparó con la izquierda y Ochoa ya le pedía orden a su zaga.
Gio ejecutaba un bonito, pero inservible túnel, para que después Paco Memo rozara el balón con las yemas de los dedos y desviara el tiro de Alonso a la horquilla, seguido por un tiro desviado de Oviedo.
Mario Carrillo daba voces, luego pintaba dedo por alguna razón y remataba aprobando lo que fuera que le hayan respondido. El primer patadón le tocaba al Venado y Wallace solicitaba su perdón.
A Dos Santos se le acababa la cancha, Torrado se hacía de palabras con Saborío y la Copa Oro cumplía con su infaltable cuota de peleas sin nada más que empujones e insultos en las jergas locales.
De pronto las patadas y el juego brusco tomaron el control, poniendo nervioso al panameño Moreno, que dejó un saldo de una amarilla para México y dos para Costa Rica.
Medina mandó un centro raso por derecha y Navas le robó la gloria a Sabah. La nariz fruncida del Capello representaba a toda la afición mexicana, al ver las pocas aproximaciones y el coraje de la selección costarricense, que todavía probó a Ochoa con tiro lejano.
Poquito antes del descanso, Dos Santos tuvo el gol con la cabeza, pero demostró que no es una de sus grandes cualidades.
Apenas sonó el pitido de reinicio, el mismo Giovanni quiso probar, pero Navas contuvo. El Gringo Castro sería nuestro revulsivo, en lo que veíamos que Costa Rica se perdía de una que parecía muy clara.
Al 56’ de tiempo corrido el capitán Fernández metió una mano más absurda que la patada del Vasco y Miguel Sabah tuvo el del gane en sus pies. No obstante, el Hombre sin miedo sería derrotado por el algún día multicampeón de la Champions con el Real Madrid, con lo que las donas seguían en el marcador.
Ahora por izquierda Venado cruzó, pero la defensa se vistió de gala. Los ticos respondieron con la derecha de Herrera, sin éxito. Guille Franco entraba a la cancha en lugar del errático Sabah, esperando que pudiera responder con goles.
Celso Borges remató con efecto y Ochoa la tocó. Ya no pudimos ver la repetición porque se fue la luz en medio estadio y la producción se distrajo unos cuantos minutos.
Ahora era de tiro de esquina como los centroamericanos perdonaban, con un testarazo muy mal dirigido por Saborío.
Entonces por fin veríamos de regreso a Cracklitos Vela, que dejó atrás su lesión. El cancunense ya se escapaba conduciendo con todo un mago, pero lo tumbaron sin complacencias.
Sin embargo, México tuvo suerte hacia el final del partido. Medina mandó un centro que fue desviado y luego hubo como siete mil rebotes. Al Valenzuela tocó por arriba al Guille, quien la empujó a portería y selló el cuarto de los siete goles que marcaría para México. Con este tanto, Franco le otorgaba el pase al Tricolor rumbo a la gran final… bueno, al menos durante unos cuantos minutos.
Y es que, a sólo 20 segundos del final del partido, Froylán Ledezsma le ganaba la espalda de manera vergonzosa al Topo, para definir con muy buena técnica individual el empate para la Sele.
El golpe de ánimo para los de rojo contrastaba con los del seleccionado sin director técnico. A pesar de todo Vela exigió a Navas en la primera de peligro del tiempo añadido.
Mario Carrillo primero hablaba solo y luego al que se le acercara. Magallón ya tenía bien planchado su disfraz de la gloria rematando a bocajarro, pero Navas se lo arrebató y se lo puso.
Luego Gio se conectó con su compadre y la Hiena nomás sonrío ante su monumental error. Keylor se acostó un rato para bajar el ritmo, para que luego viéramos uno de esos centros marca Gringo Castro.
Los lados se invirtieron y también las atajadas, ya que era el portero americanista el que seguía demostrando su calidad.
Medina cobró un tiro de esquina y Franco se quedó a nada de cabecear bien, pero le dio con el hombro. Al que no dejaban cobrar era a Oviedo, con la lluvia de proyectiles en su contra. Igual lo mandó y su compañero la regaló a Ochoa.
Vela hacía patente que lo suyo era la zurda y a Castro le daban una patada de cárcel sin consecuencias, justo antes de que el nazareno pitara el final del partido y el inicio de la tanda de penales.
En pleno 2021 se debate quien es el mejor portero de la historia de la CONCACAF, si Keylor Navas o Guillermo Ochoa. Ellos, sin saberlo, tuvieron un enfrentamiento directo más de una década atrás.
Primero tiró Franco, muy centrado, pero efectivo. Saborío tampoco falló, engañando a Ochoa. Gio cobró con mucho valor, esquinando la pelota a lo billarista.
Borges hizo bien su tarea y el capitán Gerardo Torrado, con todo y su pésimo golpeo de balón, daba la ventaja,
Paco Memo ha parado pocos penales en su carrera. Nunca se ha destacado como un gran atajador desde los once pasos y tiende a lanzarse tratando de adivinar. En el tiro de Ledezma, ese mismo 21 que empató el juego, hizo lo mismo. Se aventó a su izquierda y el poco angulado cobro de Froylán se fue a estrellar a sus guantes.
Efraín Juárez engañó muy bien a Keylor y Cristian Oviedo le pegó con mucha sangre fría. Aunque el balón botó en el travesaño, se metió a la puerta. Fue Carlos Vela, con todo y su permanente sonrisa, el que por fin convirtió en finalista al combinado nacional.
Con mucha tensión, sin técnico, con pocos jugadores de renombre y con mucho portero, México arribaba a una nueva final de Copa Oro, donde se toparía, como de que no, con los Estados Unidos de América.
Estados Unidos en Copa Oro 2009
El país de las barras y las estrellas ganó la Copa Oro 2007 y ello le dio el pase a la Confederaciones de 2009 en Sudáfrica. Ahí los gringos dieron un torneo bastante bueno, a pesar de las dos derrotas en fase de grupos. En cuartos dieron la campanada venciendo a España con un buen 2-0 y después le dieron mucho juego a Brasil, perdiendo 3-2 en la gran final.
El técnico Bob Bradley por supuesto llevó a sus mejores hombres al continente africano, por lo que les dio un merecido descanso y no los llamo a la Copa Oro, que inició unos cuantos días después de la ya citada final.
Estados Unidos vs Granada
Así que sin Lando Donovan, Clint Dempsey, Tim Howard ni Michael Bradley, Estados Unidos arrancó su participación frente a Granada en Seattle.
Apenas al 6’ Freddy Adu abrió la cuenta, después de algunos regates de Rogers. 24 minutos después el equipo de blanco aprovechó el miserable nivel defensivo de los granadinos, que no supieron de dónde diablos salió Holden.
Ya en el segundo tiempo un pase entre las aniquiladas líneas de Granada, Robbie Rogers concretó el tercer gol de partido. Todo se acabó con otro pase profundo y un centrito que Charlie Davies firmó.
Estados Unidos vs Honduras
Su segundo encuentro de grupos no fue tan sencillo. Honduras se plantó con mucho orgullo, pero sólo les alcanzó para 75 minutos. Santino Quaranta aprovechó el trabajo de poste de Davies y la empujó con mucha soltura.
Nuestro viejo conocido Brian Ching se elevó e intentó cabecear, pero la acabó metiendo con el brazo, suficiente para liquidar el encuentro.
Estados Unidos vs Haití
Su otro débil rival fue el que más se puso al brinco. Claro que Bradley mandó a una alineación muy joven y con poca experiencia, que sufrió de más con Haití.
A pesar de todo fueron los locales quienes celebraron primero, a los seis minutos. Holden le puso un bomboncito a Arnaud y éste tocó por abajo para concretar. Tuvo que llegar el segundo tiempo para ver por fin algo ofensivo de los isleños.
Leonel Saint-Preux (sain proe) gambeteó por la derecha y envío un muy buen centro que Sirin supo aprovechar, ante la nula actividad del novato guardameta.
No habían acabado de celebrar cuando cayó el que probablemente sea el mejor gol de la historia del futbol haitiano. El número vio venir una pelota y como si estuviera en la reta la levantó y de aire le pegó un fierrazo digno de Copa del Mundo, que se fue a esconder en el ángulo gringo.
Una obra de arte que nació de esa pierna caribeña, cuyo dueño tiene por nombre Monès Chéry, en un juego de palabras francesas muy curioso.
El querido futbolista haitiano estuvo a muy poco de arruinarle la calificación en primer puesto a los Estados Unidos, pero Holden rescató la situación con otro excelente tanto, sacando un potentísimo tiro con la derecha y venciendo así la portería isleña, en uno de los mejores partidos de esa edición de la Copa Oro.
Estados Unidos vs Panamá
Panamá era su nuevo escollo, ahora en los cuartos de final. Los canaleros nunca le habían ganado a los norteños y a pesar de que se fueron al frente con un escopetazo de Blas Pérez a un metro de la portería, no les alcanzó.
El de rastas Beckerman descosió la pelota al 52’ y celebró otro nuevo gol de esos que se guardan en la memoria del aficionado. El encuentro terminaba empatado y se definía en los tiempos extra.
Penedo le hacía un paradón a Beckerman, pero su defensa Torres lo apuñaló por la espalda con una patada de cadena perpetua dentro del área, para que Cooper clavara el penal del gane y después viéramos cómo los panameños se le iban encima a Armando Archundia.
Estados Unidos vs Honduras
En semis otra vez tendrían que dar cuenta de Honduras y de nuevo lo hacían con categoría. Después de una gran atajada del portero estadounidense a tiro de Chávez, Escober hacía lo propio con Holden.
Ching hizo una individual y disparó, pero se fue desviado al travesaño. Rogers intentó cruzado y falló, poco antes del primero. Goodson ganó la marca dentro del área y por encima de la cabeza de Costly cabeceó potente al fondo de la portería.
En la segunda parte Estados Unidos se fue encima de los catrachos y le ensuciaron mucho el uniforme a su portero. Carlo Costly tuvo el del empate, pero no supo definir sobre el achique de Troy Perkins.
Los norteamericanos se tardaron mucho tiempo, pero al final rompieron la barrera de azul con otro de esos goles sencillos que se cuentan a raudales en su historia futbolística, mismo que les valió para llegar al último partido del torneo.
La reedición de la final de 2007 estaba lista y por supuesto que los altos mandos de la CONCACAF se relamían los bigotes, gracias a que su torneo siempre ha estado armado con miras a alcanzar este partido en la instancia definitiva, aunque no siempre se han salido con la suya.
México no había logrado vencer a su gran rival fuera del Estadio Azteca desde el 13 de marzo de 1999, con nueve derrotas y dos empates, incluyendo la dolorosa eliminación del Mundial 2002.
México vs Estados Unidos
Y aunque esta nueva confrontación no contaría con los mejores hombres de ambos países, sí serviría para liberar la presión mexicana acumulada en 10 años. También era una previa al partido de eliminatorias que se jugaría dos semanas después con los verdaderos titulares, que el Tricolor estaba obligado a ganar para sus aspiraciones mundialistas.
Ambos técnicos aventaron lo mejor que tenían al césped del Estadio de los Gigantes y por fin Javier Aguirre regresaba al campo para dirigir adecuadamente. Joseph Blatter lanzaba besitos corruptos a la tribuna y ahora sí arrancaba el encuentro.
Para este narrador sería un gran gusto contarles las emocionantes y divertidas acciones del primer tiempo, pero simplemente no existieron. El choque de trenes no llegó; con mucho calor, especulación y pelea en la media cancha se escurrieron los 45 minutos iniciales.
Parecía que el juego sería otra decepcionante bazofia concacafquiana, pero el ex técnico del Atlético de Madrid demostró que ya para entonces era un viejo lobo de mar y con colmillo modificó a su escuadra para la segunda parte.
Entraba Carlitos Vela y con sus 20 años supo entregarse al máximo a lado del otro campeón del mundo, Giovanni Dos Santos.
Aunque eso sí, los gringos estuvieron a nada de abrir el marcador con la pata del número 7. Pero hasta ahí llegaron.
Al minuto 55 Gio le metió un codazo a Jay Heaps, pero antes se señaló un jalón del estadounidense y el penal era inevitable.
Una vez más el capitán Torrado impuso su autoridad para cobrar y otra vez potente y al centro sumaba su sexto y último gol con la casaca nacional.
Sabah corría por el centro sin marca, pero su disparo fue malo y a las manos. Estados Unidos ya estaba atolondrado, por lo que poco pudo hacer para reaccionar. Vela condujo un veloz contragolpe por la izquierda, mas Perkins le dio 60 segundos más de vida a los suyos.
Eso porque apenas en la siguiente jugada, casi idéntica, el del Arsenal se internó en el área para recortar y luego ceder a Sabah, que no pudo y en el rebote Dos Santos sólo tuvo que empujarla y celebrar su segundo gol del campeonato.
El árbitro hizo salir al Gringo para que le lavaran el short como su mamá lo haría en una fiesta de 15 años donde le cayó refresco en el traje, esto al mismo tiempo que entre cuatro tacleaban a un espontáneo en la esquina del campo y un par de segunditos después llegó el tanto de Carlos Vela.
Gio arrastró la pelota en diagonal hacia el centro y con calidad trazó filtrado a su gran amigo. El sonriente delantero sólo tuvo que usar una pizca de su infinita magia para hacer pedazos la portería estadounidense por tercera vez en 11 minutos.
Ya entrados en gastos, los aztecas decidieron acribillar y desquitarse de los gringos, después de una década muy lamentable, en la que el futbol mexicano dio unos tumbos grotescos, esos que no se veían desde los años 70.
Charlie Candle filtró para… sí, para el José Antonio ‘el Gringo’ Castro, ese lateral que siempre se entregaba al máximo a pesar de que pocas veces mandaba un buen centro. Sin mucho problema la empujó por la izquierda del guardameta y celebró como grande su único gol en Selección Mexicana, recordando con su baile al recientemente fallecido Michael Jackson.
Estados Unidos pocas veces lo hace, pero se vengaron con una plancha de Heaps, que realmente no tuvo intención, pero que sí conectó a Vela.
A pesar de que los de las barras y las estrellas ya estaban enterrados tres metros bajo tierra, los mexicanos profanaron su tumba y los remataron con un bien colocado tiro del Guille Franco, que volvió a celebrar enseñando el escudo en su playera, quién sabe si buscando aprobación de la fanaticada tricolor.
México, seis años después, conseguía un nuevo campeonato de Copa Oro. Con una indiscutible paliza sobre su más grande rival recuperaba el cetro y eliminaba el empate de títulos, alcanzando el quinto desde que se instauró el nuevo formato.
Aguirre festejó aliviado, esperando que el enorme trofeo tapara un poco su lamentable patín contra el panameño. Gerardo Torrado comandó las celebraciones sobre el césped, que de manera muy curiosa se trasladaron también al Ángel de la Independencia, probablemente porque nuestro país se encontraba en uno de los momentos más violentos de su historia y el futbol logró convertirse en una escapatoria de la sangrienta realidad.
México ganó también el partido del 12 de agosto y el Vasco, de la mano de Cuauhtémoc Blanco y compañía, logró reflotar el casi hundido barco y calificó a la Copa del Mundo, en donde tuvo una buena actuación contra Francia, pero nada más.
Después de una incomodísima conferencia de prensa previo al juego de octavos y con un acabado Bofo Bautista en la alineación titular, el Tri caía eliminado y humillado por Argentina, lo que significaba el segundo adiós de Aguirre.
Enrique Meza y Efraín Flores dirigieron unos pocos partidos de forma interina y luego arribó el Chepo de la Torre, encargado de dirigir la Copa Oro 2011, competencia que sería la única palomita en su paso por el banquillo nacional, antes de que casi nos hace quedarnos sin Mundial 2014. Pero esa es otra historia de Leyendas del Futbol Mexicano.
¿Crees que la patada de Aguirre mancha un poco su gran carrera como director técnico? Para ti, ¿Keylor Navas es el mejor portero de la historia de la CONCACAF? Por último, ¿te parece que si Vela no hubiera dejado al Tri durante varios años, pudo haber hecho una diferencia? Déjamelo saber en tus comentarios.
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