Los ocho tiros a los postes que llevaron a México al Mundial de 2002
Durante las eliminatorias mundialistas rumbo el campeonato de Corea Japón 2002, México vivió uno de los peores ciclos en su historia, tanto así que la clasificación llegó gracias a un milagro en un juego en donde Honduras estrelló 8 disparos en los postes de la meta de Trinidad y Tobago.
El mal paso mexicano se resume en 3 derrotas, 1 victoria y un empate en los primeros 5 partidos, incluido el Aztecazo frente a Costa Rica y la derrota en San Pedro Sula ante Honduras, fueron los momentos en donde prácticamente el mundial se había escapado para el Tri.
La Federación Mexicana de Fútbol tomó la arriesgada decisión de correr a Enrique Meza de su puesto como seleccionador y traer al también mexicano, Javier Aguirre y las cosas cambiaron por completo.
El Vasco mostró actitud frente al reto y cerró la participación en la clasificación con 4 victorias y un empate en los últimos 5 partidos, sin embargo, el futuro del Tri en el campeonato del mundo no estaba seguro, aún dependían de que Honduras tropezara y fue justamente en el último partido ante Trinidad y Tobago que los catrachos cayeron de manera sorpresiva. Por más que los hondureños avasallaron el marco trinitario, ese día el balón simplemente no quiso entrar, luego de que el 11 centroamericano estrelló en 8 ocasiones el balón en los postes de la meta caribeña.
Un milagro que permitió al Tri, clasificar al único mundial que se ha jugado en tierras asiáticas.
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