Carlos Salcido, el mexicano que debutó ya tarde pero que se hizo ídolo en Europa
Carlos Salcido jugaba a nivel amateur aun cuando ya tenía veinte años, edad en la que la mayor parte de los futbolistas ya debutaron o al menos forman parte de las básicas de algún equipo.
La historia de Carlos Salcido es digna de respeto y admiración. El de Ocotlán, Jalisco, nunca se imaginó que llegaría a ser futbolista profesional y mucho menos leyenda del futbol mexicano e ídolo en Europa.
Carlos Arnoldo Salcido Flores nació el 2 de abril de 1980. Ya con las 20 primaveras cumplidas, Carlos trabajaba en una fábrica de vidrio y en una carpintería.
Su oportunidad llegó cuando unos amigos suyos lo invitaron a disputar un encuentro de futbol en el que habrían visores de tercera división.
Así fue como Ramón Calderón, entrenador del Club Deportivo Oro, lo vio e invitó a jugar con su equipo de tercera. Posteriormente el Güero Real se fijó en él y lo convenció de ir a probarse al Guadalajara.
Salcido se quedó en Chivas y para el Invierno 2001, bajo las órdenes del campeón del mundo, Oscar Ruggeri, debutó en primera división.
Sin embargo, el ocotleco no tuvo suerte y de primer equipo fue enviado al Tapatío, equipo filial de la liga de ascenso del Rebaño Sagrado.
Regresó al máximo circuito para el Apertura 2003, torneo en el que Salcido empezaría a escribir su historia como uno de los más grandes del futbol nacional.
Muy rápido se convirtió en titular de Chivas así como seleccionado nacional mexicano. Jugó en 2005 la Copa Confederaciones y en 2006 el mundial de Alemania donde dejó muy buenas actuaciones que lo llevarían a Europa.
Fue el PSV de Eindhoven quien se la jugó contratando al mexicano, que en ese entonces ya contaba con 26 años de edad.
Con el PSV de Holanda Salcido vivió momentos muy difíciles.
“Yo no entendía el idioma, iba a entrenar, pero no podía, los horarios de comida y situaciones de restaurante eran muy difíciles para mí. Estaba solo, tenía una cuenta que debía de teléfono porque yo del cuarto de hotel hablaba con mi señora, entonces me veían salir del hotel y me veían con cara de ‘cuándo nos pagas’.”, declaró en su momento Carlos Salcido para el portal Medio Tiempo.
El peruano Jefferson ‘La Foquita’ Farfán fue quien llegó para salvarlo.
“Cuando estaba en crissi emocional de ‘yo me regreso y me vale gorro’, llegó la ‘Foquita’ Farfán y me decía ‘vámonos a cenar, mi señora se regresó a Perú, vamos’, fue como ese angel que te toca y te dice aquí te tienes que quedar. Fuimos a un restaurante español donde los meseros y toda la gente hablaban español, de ahí no volví a salir, comía y cenaba en ese lugar, a partir de eso me repuse y seguí”, confesó Salcido hace unos años.
La decisión de quedarse en Europa fue la mejor que Salcido pudo haber tomado.
Salcido ganó en total tres títulos con el club tulipán. Dos trofeos de liga y una supercopa en sus vitrinas llevan el sello mexicano de Carlos, quien se convirtió, durante los cuatro años que defendió los colores, en uno de los jugadores consentidos.
Después de 4 años con los granjeros, ‘Salcita’ Salcido fue fichado por el Fulham de la Premier League de Inglaterra.
En el Fulham se convirtió en titular indiscutible y apareció en el equipo ideal de la Liga Inglesa de Fútbol en dos ocasiones.
Lamentablemente su salida del conjunto londinense se dio debido a problemas extra cancha que vivió en Londres, donde llegaron a robar en dos ocasiones su vivienda, estando en una de ellas su esposa.
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