Toda la historia de ANTONIO "LA TOTA" CARBAJAL, el primer Cinco Copas (1948-1966)
El futbol del pasado se ve como algo borroso, gris y viejo, antiguo, sin opción a renovarse. Está castigado y guardado en el cajón de la memoria histórica, donde pocas veces es visitado para traerlo al presente y disfrutarlo como si nunca se hubiera ido.
Y es que los futbolistas que escribieron su historia en las décadas del blanco y negro, donde la mayoría de sus glorias se conocieron a través de la radio y los periódicos, no tuvieron el lujo de ser filmados en alta definición y ser publicados en Internet.
Por eso hoy hacemos un reconocimiento a una de las más grandes leyendas de nuestro balompié. Un futbolista que dedicó su vida a atajar balones y a jugar todas las Copas del Mundo que su cuerpo le permitió.
Antonio Carbajal Nava, conocido eternamente como la Tota, nació en la Ciudad de México el 7 de junio de 1929. De niño, como muchos mexicanos, jugaba futbol en la calle, a veces con pelotas de plástico y otras de papel.
A los 14 años decidió dejar la escuela y su padre lo corrió de casa. A partir de ahí comenzó a deambular en pequeños trabajos, mientras seguía pateando el balón.
Jugó algunos años a nivel amateur con el Club Oviedo, donde compartía los tenis con sus compañeros de equipo; ningún integrante tenía recursos, jugaban por pura diversión, de 7 de la mañana a 2 de la tarde.
El descubrimiento de un grandeTambién le gustaba practicar americano. Fue en un juego casual que Julio César Maniche, entrenador del Real Club España, le vio atrapar el ovoide y con ello lo invitó a jugar en el legendario equipo.
Al ser transferido a un equipo profesional, se tuvo que pagar por su carta. 11 balones fue lo que recibió el Oviedo. Probablemente parezca una burla hoy en día, pero seguro que fue una transacción importante para el equipo del barrio.
El debut
Su debut se dio en el Parque Asturias en 1948 ante el Marte, otro equipo de leyenda. En su primer centro, Carbajal perdió el balón y el España encajó el gol. Inmediatamente el capitán Laviada fue a decirle “Chamaco, si no te levantas de esta, nunca serás portero”. Ese día hizo sus primeras grandes atajadas y su equipo remontó para ganar 3-1.
La Tota no usaba guantes de portero. Sus manos, curtidas por los balones gruesos y pesados de la época, aguantaron toda su carrera con firmeza, a pesar de jugar durante muchos años con el dedo anular roto.
Ese mismo año fue considerado para asistir a las Olimpiadas de Londres, en donde la Selección perdió contra Corea por 5-3 y fue eliminada en primera ronda.
Jugó otro par de temporadas con el Real España, pero por órdenes del dictador español Francisco Franco, los equipos de orígenes ibéricos se retiraron de la Liga Mayor Mexicana y Carbajal se mudó al León. En el club capitalino, La Tota participó en 45 encuentros.
La Selección
Su debut con Selección Nacional se dio en medio de casualidades, ya que el entonces portero Raúl Córdoba tuvo un par de malos partidos de preparación y Antonio jugó bien en otro contra un equipo italiano.
Gracias a eso arrancó como titular en un escenario insólito: era el 24 de junio de 1950. Estadio Maracaná atestado con más de 80 mil espectadores. Era la inauguración del Mundial de Brasil y los anfitriones recibieron al recién estrenado portero con 4 goles.
Carbajal recibiría otros 4 goles de Yugoslavia y 2 más de Suiza. Con eso México, se iba eliminado en primera ronda.
La Tota en León
Con los Esmeraldas de León consiguió su primer título de liga en la temporada 1951-52, junto a otros históricos como Battaglia y Saturnino Martínez. Estuvieron a punto de perderlo, pero las Chivas fallaron un penal y, sumado a la victoria de León ante Atlante, los de Guanajuato ganaban su tercer campeonato.
Mundial de Suiza 1954
Llegaba el Mundial de Suiza, en 1954. La Tota era convocado y estaba presupuestada su actuación en el partido inicial contra Brasil, sin embargo una muy inoportuna lesión en el dedo meñique lo dejó fuera. Fue sustituido por Salvador Mota, que se comió los 5 goles cariocas.
En el segundo partido, ante Francia, los mexicanos darían una exhibición de coraje deportivo. Al 19’ Francia anotaba el primero y aunque los mexicanos presionaban, un desafortunado autogol de Cárdenas daba el segundo para los europeos.
La Tota, con las manos desnudas, atajaba todo lo que llegaba a su meta. En una buena jugada que iniciaba por la izquierda, Lamadrid remataba por debajo del portero francés para recortar distancias.
Al 85’, Tomás Balcázar remató de derecha para marcar el del empate, que México celebraba como victoria. Sin embargo, en una jugada que los mexicanos reclamaron con vehemencia, el árbitro español Asensi marcaba mano en el área.
El penal fue lanzado por el histórico Raymond Kopa al ángulo y Carbajal nada pudo hacer para evitar la derrota de los suyos. México se regresaba a casa con un recuerdo agridulce.
Cuando Bernabéu invitó a la Tota al Real Madrid
Fue ese mismo año que el directivo más importante de la historia de España, levantó el teléfono y llamó a Carbajal. ¿Quieres jugar en el Real Madrid?, le preguntó Santiago Bernabéu.
4to Campeonato de León
La Tota, en una mezcla de amor patriótico e ingenuidad, dio las gracias, pero se negó. “No me arrepiento”, declaró después.
Para la temporada 1955-56, el Oro y León disputaban cabeza a cabeza el título de liga. Una racha leonesa negativa al final del ciclo provocó que los de Jalisco les alcanzaran en puntos para la última jornada.
En un encuentro de desempate en el Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, los de León vencían 4-2 y se coronaban por cuarta ocasión en el Futbol Mexicano. La Tota, con 27 años, era uno de los principales líderes de aquella histórica plantilla.
Carbajal comenzaba a marcar la vanguardia de las porterías mexicanas, aprendiendo a usar el área y lanzándose a los pies de los delanteros. Antes de él, los arqueros jugaban bajo los tres postes, atajando, sí, pero no ofrecían mucha más ayuda a sus coequiperos.
Él se convirtió en el que ordenaba a sus compañeros y manejaba la defensa. Por supuesto que sus lances lo hicieron grande, pero su aporte siempre fue más allá.
Convocatoria al mundial de Suecia 1994
El verano del 58 vería la convocatoria del portero a su tercer Mundial consecutivo. La cita era en Suecia, donde se escuchaban rumores de un muchachito brasileño de 17 años, que prometía llevar a su país a conquistar su primer mundial.
México era dirigido por Antonio López Herranz, técnico que conocía muy bien al arquero por su paso en León. La Tota era designado capitán de la escuadra verde, que iniciaba perdiendo 3-0 ante el anfitrión, Suecia.
El segundo partido sería histórico. La prensa preveía una derrota más de los aztecas y los galeses les daban la razón, con un gol al 32, de Allchurch.
Sin embargo, después de un empujón anímico de Nacho Trelles, los mexicanos empataban de la mano de Jaime Belmonte. Gracias a ese gol sería conocido por siempre como el “Héroe de Solna”.
Antonio Carbajal y sus compañeros lograban el primer punto mexicano en mundiales, un hito que no habían podido lograr en ninguna de las ediciones a las que habían asistido.
Tristemente caían por goleada ante Hungría en el último partido. Pero la historia del deporte le tenía reservada una probadita de gloria a Carbajal.
Mundial Chile 1962
Cuatro años después, en Chile 62, La Tota era convocado a su cuarto mundial. México sumaba poco a poco grandes jugadores a sus filas. A ese torneo fueron convocados futbolistas históricos como el Tigre Sepúlveda, Raúl Cárdenas, Chava Reyes y el Tubo Gómez, que no pudo competirle al portero capitán.
En su primer partido, ante el Brasil de Pelé y Garrincha, los mexicanos jugaron con determinación. Triangulando el balón, arrastrando las marcas e incluso con paredes que los brasileños no alcanzaban a detener, lograron acercarse a la portería de Gilmar.
Carbajal tuvo varias atajadas de alto nivel, siempre a mano limpia. El primer tiempo terminaba 0-0.
El veterano portero se lucía atajando un disparo de Pelé, pero ya no alcanzó a desviar el cabezazo de Zagallo.
México, agotado, cedía ante los embates brasileños y La Tota tuvo que seguir luciendo debajo de los tres postes, pero el genio Edson Arantes do Nascimento entraba como cuchillo en mantequilla al área nacional y batía al portero del León.
“Siempre me enojaba cuando me metían goles, pero me reconforta saber que fue Pelé, el más grande el que me anotó”, dice con orgullo Antonio Carbajal.
El segundo partido fue ante España y México daba otro buen juego, manteniendo a raya a los ibéricos. Pero en el 90, ya a nada del pitido final, Peiró pateaba al poste de Antonio, que dio vueltas de frustración en el césped, desesperado por ver escaparse el punto para los mexicanos. Ese día el portero salió llorando de la cancha.
Pero el tercer partido sería de revancha para los nuestros. Se juagaba ante Checoslovaquia, que arrancaba el partido ganando con gol de vestidor, al segundo 13. Este récord como la anotación más rápida de la historia de los mundiales sólo sería superado hasta el 2002 por el turco Sukur.
Sin embargo, los mexicanos no bajaron la cabeza. Después de una buena atajada de la Tota, los mexicanos triangularon afuera del área checa y después de un tiro de el Chale Hernández, el Chololo Díaz empujaba la bola para el empate a 1.
Después de esa gran atajada de La Tota, la delantera mexicana hacía gala de una pared exquisita en el área europea y Alfredo Del Águila remataba una media vuelta para el gol de la remontada.
Para el segundo tiempo el Tri continuaba con el buen juego y su histórico portero, al que ya desde entonces le llamaban el Cuatro Copas, seguía con la seguridad de manos, reforzado por un inmenso Tigre Sepúlveda.
Al 90’ la Selección Mexicana sellaba su gran juego. Mano checa en el área y penal que era cobrado por el Chale. Con mucha seguridad y engañando al portero, el jalisciense confirmaba la primera victoria azteca en un Mundial de futbol.
Con León sólo lograría el título de la Copa en la 57-58, a pesar de quedar cerca de la cima de la liga en varias ocasiones.
Su último partido con el equipo se dio en noviembre de 1955. Después de una temporada en que no era tomado en cuenta por el técnico que le llamaba viejo al experimentado arquero, la Tota entró de cambio por una lesión del portero titular.
Dio un extraordinario encuentro contra el Toluca, atajando balones a diestra y siniestra. Al final del partido, todo el estadio se rindió a sus pies y su entrenador se acercó a decirle “Siempre supe que vos eras el mejor portero”. Don Antonio Carbajal le respondió con un elegante “yo siempre supe que eras un hijo de la chingada”. Con los Esmeraldas jugó 16 años, defendiendo la portería en 364 partidos.
Mundial 1966
En el verano del 66 se iba a Inglaterra con la Selección Nacional, con la idea clara de no volver a Guanajuato a jugar futbol.
Su convocatoria al Mundial de Inglaterra fue un homenaje a su espectacular trayectoria. El titular entonces era Ignacio “El Cuate” Calderón, quien ya destacaba en la portería de las Chivas.
Sin embargo, el 19 de julio de 1966 era anunciado como el portero de la Selección Mexicana en el tercer partido del mundial, ante Uruguay. Si quería pasar a segunda ronda, México debía vencer por dos goles a los charrúas.
Pero eso quedaba en segundo plano. Con su titularidad, Antonio Carbajal se convertía en el primer ser humano que disputaba 5 Mundiales de futbol. La Tota era entonces el primer Cinco Copas de la historia mundial. Este sería su partido número 11 en Copas del Mundo.
Y sería también el único partido en que el portero intentaría usar guantes, a recomendación del arquero suplente de Inglaterra, para evitar la lluvia. Carbajal se los devolvería después de que se le resbalara una pelota. “Toma tus chingaderas”, le dijo.
Los uruguayos renunciaron al ataque y los delanteros mexicanos no lograban concretar sus llegadas. Carbajal tuvo un partido tranquilo que sólo fue ligeramente sacudido por una llegada sudamericana, que desvió fácil el capitalino.
El retiro de la Tota
Después del pitido final, el portero agradecía al cielo y sacudía las manos, indicando que se acababa. Se terminaba, con mucho romanticismo, una de las historias de amor que más grabadas tenemos los aficionados al futbol.
Antonio Carbajal se retiraba del deporte. Ahí, en el césped del legendario estadio de Wembley, aplaudido por los aficionados ingleses, esos que inventaron el futbol. Ahí, con su primer partido de Mundial sin recibir goles. Ahí, con su bigote a la mexicana. Ahí, con el dedo roto y las manos calientes de parar tantos balones con las palmas. Ahí, a los 37 años de edad, después de 18 de ser portero. Ahí, le decíamos adiós al más grande arquero mexicano de los primeros 90 años del sigo XX. Ahí, Antonio “La Tota” Carbajal se convertía en una inolvidable Leyenda del Futbol Mexicano.
¿Qué es lo que más te gustó de la trayectoria del gran portero mexicano? ¿En qué posición de los mejores arqueros nacionales lo colocarías? Déjamelo saber en tus comentarios.
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