Hoy rememoramos la Copa Oro de 2002, un desastre de torneo que vivió el tricolor durante la difícil primera década de los dosmiles.
Javier Aguirre llevó a cabo un experimento con la Selección Mexicana antes del Mundial de Corea-Japón que salió muy mal y que significó un bajón anímico de cara a la máxima justa continental, donde dicho está de paso fuimos eliminados por Estados Unidos en lo que parecía un partido de trámite… pero esa es otra historia.
Para dicha tarea, el Vasco, Javier Aguirre, echó mano de jugadores que si bien atravesaban buenos momentos, no eran necesarios lo suficientemente maduros para vestir la casaca nacional.
Aguirre llevó a Sindey Balderas, Gabriel de Anda, Adrián García, Víctor Gutiérrez y Nacho Hierro en la zaga defensiva.
En la media se decantó por Tomas Campos, Erick Espinosa, Marco Garcés Tato Noriega, Joaquín Reyes, Antonio Sancho y Luis Sosa.
En la delantera sonaron los nombres de Adolfo Bautista, Toño De Nigris, Jair García y Carlos Ochoa.
Contra El Salvador en el primer encuentro México salió airoso con el único gol de Jair García. Ante los guatemaltecos el equipo nacional se impuso 3-1 y se clasificó a los cuartos de final de la competencia donde se verían las caras con el equipo invitado por la Concacaf, Corea del Sur.
Ante los coreanos México se llevó una gran sorpresa que significó un duro golpe al orgullo azteca, sobre todo en tierras norteamericanas, donde se supone era jerarca.
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