, noviembre 08, 2024

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Así jugó Diego Armando MARADONA en el Mundial de MÉXICO 1986


  •   5 minutos
Así jugó Diego Armando MARADONA en el Mundial de MÉXICO 1986

El 2020 será recordado como un año atípico, diferente, extraño.

Todos estos meses en que hemos sido sacudidos con noticias tristes detrás de más noticias tristes, han llegado también al futbol.

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El 2020 se llevó a una de las leyendas más grandes del futbol mundial, considerado por muchos como la más grande de todas.

Diego Armando Maradona perdió la vida en un año muy distinto, diferente como lo fue él sobre el terreno de juego.

En este video te platicamos el que fue su mejor episodio como futbolista. Lo vivió a los 25 años de edad, cuando le tocó defender la casaca argentina en el mundial de México 1986.

Como capitán albiceleste, Maradona lideró a una escuadra repleta de estrellas. Burruchaga, Valdano, Pumpido, Ruggeri y Passarella acompañaban al Pelusa, todos ellos dirigidos por Carlos Bilardo.

Diego llegaba a tierras aztecas como la esperanza argentina y definitivamente no defraudaría.

En su primer partido de la justa, ante Corea del Sur, Diego y la Argentina se impusieron a la escuadra asiática por marcador de 3 a 1. Valdano marcó doblete y Ruggeri colaboró con un tanto.

Aunque no anotó aquel 2 de junio, Diego no pasó desapercibido. Los surcoreanos se encargaron de perseguirlo todo el partido para coserlo a patadas. El 10 recibió 11 infracciones, la mayoría de ellas bruscas.

Para el segundo encuentro de la fase de grupos, ante la Italia de Baresi y Ancelotti, Maradona hizo su primer gol del torneo.

Argentina perdía por la mínima luego de un penal que no debió marcarse. Los pupilos de Bilardo tocaban la esférica por todo el campo buscando algún resquicio por el cual ofender.

Burruchaga encontró una brecha y tocó filtrado hacia la posición de Maradona. Diego amagó en una pantalla extraordinaria y dejó pasar el balón para que lo tomara Valdano, quien de primera y de aire le regresó la esférica.

El Diego dejó botar el balón una vez al borde del área chica y remató cruzado con esa inigualable zurda para batir al meta italiano.

En el tercer compromiso y ya con 3 puntos en la bolsa, Argentina y Maradona se veían las caras con los búlgaros.

Maradona asistió a Burruchaga para el segundo gol del encuentro, con un centro preciso después de un veloz desborde por la banda izquierda. El futbolista del Nantes conectó un testarazo que acabó en las redes.

La albiceleste terminó en primero de grupo con 5 unidades y avanzaron a octavos de final, donde los esperaba Uruguay.

El partido se definiría con un solo gol y por supuesto que Maradona colaboraría en la jugada colectiva para que Pasculli anotara, en un tremendo gol de futbol asociación.

Primero Pumpido tocó desde el arco a su línea defensiva y luego de un par de paredes argentinas, el esférico rebasó medio campo.

Ya con la pelota en los pies y después de un par de fintas, Maradona soltó un pase a Batista quien de primera devolvió a Burruchaga. Éste hizo lo mismo para Valdano. El del Real Madrid dejó pasar el balón sabiendo que Pasculli lo encontraría solo. El delantero del Lecce definió a un costado.

ganó Argentina y se clasificó a cuartos. Inglaterra sería el rival en turno.

Maradona no lo sabía, pero aquel 22 de junio de 1986 en el glorioso Estadio Azteca y frente a más de 100 mil espectadores, escribiría dos de las páginas más recordadas en la historia del futbol mundial.

Al minuto 51 el Diego tomó a su mejor amiga luego de un pase de Burruchaga. Enganchó hacia el centro y a máxima velocidad se quitó a tres rivales ingleses.

Antes de llegar a la media luna se deshizo del balón con un pase para Valdano quien de primera intentó devolverla al genio. Tras tumbos entre Valdano y su marcador, la bola regresó de aire al Pelusa, quien se estiró cuan largo fuera para anotar con la mano.

Se escribía La Mano de Dios. Justo o no, con trampa y como fuera, el número 10 entró en la historia del futbol.

5 minutos después de adelantar a su equipo, Maradona se encumbraría como leyenda viviente.

Tal como si la disputa por las Malvinas fuera cuestión de futbol, el Diego se decidió a terminar con los ingleses.

Optó por sus dos armas más letales: regate y velocidad. Así derrotó a los europeos.

Héctor Adolfo Enrique recuperó el balón y se desprendió de él tocando para Maradona.

‘Cebollita’ giró rápidamente y emprendió la carrera con la que empezaría a escribir el Gol del Siglo.

En la carrera hacia el arco rival eludió a Hoddle, Reid, Sansom, Butcher y Fenwick. Al quedar mano a mano con el arquero Shilton, el capitán argentino también se lo sacó de encima y terminó definiendo con maestría.

La batalla entre ingleses y argentinos quedaba definida. 2-0 ganaron los sudamericanos y avanzaban a semifinales.

Si Maradona quería llegar a la final debía vencer antes a la mejor Bélgica de la historia.

Al minuto 52 en el Estadio Azteca, Burruchaga mandó un pase filtrado de tres dedos a Diego Armando Maradona. A pesar de la cobertura de dos hombres, el capitán ganó la posición a sus marcadores y picó de zurda la redonda ante la salida de Jean Pfaff.

Más tarde, Diego se pegó el Adidas Azteca al pie. Pasó por en medio de 4 defensores belgas que solo pudieron verlo con admiración y sin reacción. Diego perforó el área grande y antes de entrar a la chica definió cruzado.

sentenció la serie el jugador del Nápoles de Italia. Argentina era finalista en México 86.

Alemania Federal sería su rival por la Final de la Copa del Mundo.

Los bávaros no dejaron de patear a los jugadores argentinos. Maradona y Valdano fueron de los más golpeados.

Precisamente tras el cobro de una falta cayó el primer gol de Argentina. Enrique cobró a las afueras del área grande y José Luis Brown la metió de cabeza.

Tras una jugada colectiva, Valdano definió como el grande que fue, para poner el 2 a cero en el Azteca.

Sin embargo, los incansables alemanes ponían el pecho a las balas y lograban empatar el partido con goles de Rummenigge al 74’y Völler a 10 del final.

Pero Maradona no podía pasar desapercibido, asistió y dejó solo a Burruchaga para marcar el 3-2 con el que Argentina se proclamaría campeón del mundo.

El Pelusa tocó de primera un cabezazo de Enrique y cedió para el jugador del Nantes que a velocidad se acercó al área germana para empujar la redonda tras la salida del meta Harald Schumacher.

Diego Armando Maradona guiaba a Argentina para ganar su segunda Copa del Mundo y abrazaba a los dioses del futbol, quienes tocaron su cabeza, corazón y pata izquierda con la magia futbolera más inspiradora de todos los tiempos.

El número 10 no podrá ser olvidado, ni aunque se borren todos sus videos o se rompan todas sus fotografías. El Diego siempre será recordado en las memorias de todos los aficionados del futbol mundial y sus hazañas serán transmitidas de generación en generación. Hasta pronto, Maradona.

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