, noviembre 23, 2024

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ALFREDO TENA y todos los títulos del América de los 80's (1974-1993)


  •   20 minutos
ALFREDO TENA y todos los títulos del América de los 80's (1974-1993)

El pundonor y el amor con que se portaba la camiseta del Club América en los años 70 y 80 era inmenso y poco comparable con lo que existe hoy en día.

El dominio de los Cremas dentro del futbol mexicano era evidente y plantó una semilla dentro de todos los demás equipos que siempre trabajaban al máximo para vencer a los de Coapa.

Hubo muchísimos representantes de esa icónica escuadra en aquellos años maravillosos, pero sólo uno pudo portar el gafete de capitán y levantar los cinco títulos ochenteros del América.

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Alfredo Tena Garduño llegó a este mundo el 21 de noviembre de 1956 en la Ciudad de México. Creció afortunadamente en una familia con solvencia económica, lo que le ayudó a que su formación fuera más relajada.

Comenzó jugando en selecciones escolares, para después llegar al Centro Asturiano del que el histórico José Antonio Roca era socio. Es invitado a probarse a las básicas del América y ahí comenzó la historia de amor.

A pesar de jugar como medio volante, en 1973 tuvo que suplir a un defensa central que no acudió a un partido y lo hizo muy bien, por lo que a partir de ahí se hizo fijo en la posición.

Su debut

Su debut se dio de manera extraña. América y Cruz Azul se enfrentaban en el Campeón de Campeones de la 74-75 y los americanistas no contaban con los dos centrales que podrían acompañar a Guillermo Hernández, por lo que Roca decidió alinear al joven de 17 años.

Tristemente fue un estreno gris, ya que los cementeros se llevaban el título con victoria de 2-1.

A partir de ahí comenzó el proceso del joven y las 100 mil personas que asistieron a ver ese encuentro no sabían todavía la historia que estaba por escribirse.

Temporada 75-76

En la 75-76 Tena todavía no estaba consolidado y sólo pudo participar de 8 encuentros completos y algunos otros como suplente, pero aún así fue campeón a lado de Reinoso y Borja, jugando incluso unos minutos en la final de ida ante los Leones Negros.

Primer gol de Alfredo Tena

Uno de los rasgos que le hicieron famoso fue su capacidad goleadora. Marcó su primer gol en la 76-77 ante el Atlético Potosino e inició un récord que todavía no ha sido superado.

Temporada 77-78

En la 77-78 Alfredo ya era mucho más considerado como parte del cuadro titular tras la salida de Miguel Ángel Cornero. Su debut en el Tricolor se dio en un partido amistoso contra Yugoslavia, entrando de cambio por Javier Sánchez Galindo.

Mundial 1978

Por todo ello llegaba su llamado a la Selección Mexicana que asistiría al Mundial de Argentina 1978.

En la Copa del Mundo fue titular ante Túnez. México iniciaba ganando con gol de Arturo Vázquez Ayala de penal antes de terminar el primer tiempo. No obstante a la vuelta del descanso, Kaabi disparaba entre cuatro defensores mexicanos y el balón se colaba a la portería.

Después de que De la Torre Villalpando fallara una solo frente al guardamenta, caía el segundo gol turco, en donde el número 3 no pudo hacer nada para defender la puerta. Seis minutos después y ante la mirada de la saga, Mokhtar Dhouieb marcaba el tercero.

Alfredo también participó en el segundo partido ante Alemania, en donde también fue parte de aquella defensa que se comió seis goles y cuyo resumen nos guardaremos para el documental de este mundial, que se convirtió en el más desastroso de todos los tiempos para nuestro país.

Ya eliminados, el técnico Roca decidió darle juego a los demás convocados y con ello terminó la participación de Tena en Copas del Mundo, desafortunadamente.

De regreso a la Ciudad de México el central siguió acumulando minutos y posicionándose como un indiscutible de las alineaciones durante otro par de años.

Temporada 80-81

Fue en la 80-81 que el club se revolucionó. Llegó Emilio Diez Barroso a la presidencia y decidió hacer muchas modificaciones como cambiar el sobrenombre de Cremas a Águilas, además de crear el icónico uniforme con el triángulo azul.

Además de esto el capitán Antonio de la Torre Villalpando se iba a jugar a Estados Unidos, con lo que Carlos Reinoso, entrenador americanista, le cede el gafete a Alfredo Tena.

El playera número 4 no soltaría el papel de líder desde entonces y guiaría a su escuadra a escenarios inimaginables para aquellos días.

Temporada 82-83

Después de ser eliminados por Tigres en las semifinales de la 81-82, los americanistas lograrían incontables récords en la 82-83 y con una ofensiva espectacular llenaba el Estadio Azteca cada 15 días.

Semifinales 82-83

Con tremenda fuerza llegaba a la liguilla y destrozaba al Potosino con global de 6-0. El rival para las semifinales no podía ser mejor: las Chivas de Guadalajara.

La ida se jugaba en el Jalisco. Tras un cabezazo de Tena, el balón rebotaba en la mano de Quirarte y se marcaba el penal. El campeón de goleo Norberto Outes cobraba y la metía.

Cisneros fallaba su remate y Batata cruzaba de más la bola. En el segundo tiempo las Chivas volvían a perdonar y luego Nílton Batata Pinheiro marcaba el 2 por 0 a pase de Luna.

Guadalajara no dejó de apretar y Gómez Junco lograba el del descuento, para irse al Distrito Federal con un poco de oxígeno.

El juego de vuelta ante un reventado Estadio Azteca sería un hervidero de pasiones. Apenas al minuto 2 se veía cómo los ánimos se caldeaban a fuego lento.

Con el codo, Sami Rivas le abría el pómulo izquierdo a Cristóbal Ortega. Ambos equipos atacaban y el juego era de ida y vuelta. Al 12’ Alberto Guerra se iba expulsado por reclamaciones a Codesal por una previa mano de Armando Manzo.

Las patadas iban y venían y el árbitro no lograba bajar las emociones. Alfredo Tena demostraba su calidad y cerraba las líneas defensivas. Ortega salía de cambio al 22’ por Carlos De los Cobos.

Sólo dos minutos después Outes corría por la banda izquierda y Cisneros le derribaba para evitar el contragolpe, lo que provocaba la furia del argentino; luego de encarar al jugador del Rebaño el árbitro decidía expulsarlo. Con esto iniciaba el primer round.

Zully Ledesma patea a Batata, luego Rivas le mete tremendo coscorrón al brasileño, a pesar de que Tena intentaba calmar los ánimos. Codesal decide expulsar a Javier Cárdenas y los de rayas se le iban encima a los colegiados.

El Hijín enfurecido corrió a buscar a Trejo y se iniciaron las patadas. En medio se podía observar a Tena serenando las aguas. Un fotógrafo era herido por un proyectil y luego explotaba un cohete a su lado. La locura se apoderaba del campo de juego durante algunos instantes.

Ya reestablecida la calma, Codesal charló con los capitanes y exigió orden, aunque Quirarte no se lo tomó muy en serio. Tena se elevaba, pero su disparo se iba desviado. Luego el Pajarito le daba un hombrazo al Capitán en el mentón, que pudo traer malas consecuencias, pero que sólo se castigó con amarilla.

Las patadas no paraban y parecía más lucha libre que futbol, aunque las Chivas comenzaban a controlar la pelota. Al minuto 44 Gutiérrez mandaba un centro medido a Rivas, quien cedía al Snoopy Pérez, para que el tapatío controlara y anotara el gol del empate global.

Antes de finalizar el larguísimo primer tiempo Zelada demostraba sus enormes reflejos ante un remate de Pajarito y luego Aguirre fallaba su cabezazo. Batata se desquitaba de Quirarte y Manzo le metía un codazo al delantero chiva y se iba expulsado.

Por si el show no era suficiente, cuatro paracaidistas comenzaron a aterrizar sobre la cancha. Esto ya estaba planeado, pero por tanta bronca el partido se había extendido bastante. Saludando a la gente y recogiendo su herramienta de trabajo, se retiraron de la cancha a ver el partido en el costado.

Un minuto después se cobró la falta que había provocado Manzo y Demetrio Madero aprovechaba para marcar el segundo al minuto 12 del agregado. Con la remontada del Guadalajara y tres expulsados, el complemento sería histórico, para mal.

Edgardo Codesal veía las faltas, pero ya no se metía en problemas y dejaba de marcarlas. Incluso el masajista de las Chivas atendía a su jugador adentro del campo.

Zelada se iba a tres cuartos de cancha y metía la mano para evitar un centro del Rebaño. Ledesma tapaba un remate de Batata y esa era de las pocas llegadas del América, que con nueve jugadores ya se le estaba acabando el fondo físico.

Al 60’ Quirarte se lanzaba con los tacos por delante, pero no se marcaba el penal. Tena lo intentaba de zurda, pero sin fuerza.

Las Águilas empujaban con más corazón que futbol, pero no les alcanzaba. Gómez Junco volvía a probar las manos de Zelada al 70’ y Carlos Reinoso hacía cambios, pero no se veían resultados.

Caían proyectiles sobre los jugadores tapatíos y los visitantes no querían cobrar el tiro de esquina. Trejo remataba de cabeza y el Zully volvía a salvar a su escuadra.

Codesal expulsaba a un médico del Guadalajara que antes de irse se hacía de palabras con Javier Aguirre y montaba un show rumbo al vestidor. Las patadas regresaban al encuentro, que estaba en su etapa final.

Al minuto 88’ Rivas disparaba de manera exquisita para meter el tercero del Guadalajara y ahí explotaba la bomba. A pesar de que en la primera pelea el Capitán americanista intentó calmar los ánimos, ahora soltó dos derechazos al rostro de De la Torre, vengando a uno de sus compañeros, para luego ablandar al Zully Ledesma.

El árbitro decide marcharse escapando de la batalla y el equipo rayado se iba escoltado a los vestidores.

Con eso se terminaba uno de los episodios más pasionales, pero también más violentos del futbol mexicano. El América era eliminado y Alfredo Tena y compañía se sentaban a esperar por su revancha, que no tardaría en llegar.

Temporada 83-84

Y es que en la temporada siguiente, la 83-84, iniciaría un legado imborrable que pondría al América en la cúspide del futbol nacional.

En las 38 jornadas del torneo regular se robó todos los reflectores, sumando 51 puntos y colocándose en el primer lugar de la general, además de que Norberto Outes volvía a levantar el trofeo de Campeón Goleador.

Cuartos de final 83-84

Su rival en cuartos era la Pandilla de Monterrey. En la ida empataban a uno. El primero del Abuelo Cruz, tras un error de Manzo, que Zelada no pudo rescatar. La igualada llegaba con un espectacular izquierdazo de Lalo Bacas que se colaba en el ángulo.

En la vuelta se hizo pesar el Coloso de Santa Úrsula, aunque primero se anuló un gol del Ruso Braislovsky. Luego Zizinho le robaba el balón a su propio compañero y centro retrasado, para que Bacas marcara el definitivo y así pasar a la semifinal.

Semifinales 83-84

Contra la máquina todo se definió en el juego de ida; primero marcaba Juan Antonio Luna con un remarcable tiro de tres dedos que Carlos Rafael Novoa no pudo ni voltear ver.

El ex puma Gustavo Vargas tuvo la oportunidad del empate, pero Héctor Miguel se lanzó a su izquierda para atajar el penal.

La moral cruzazulina se vino abajo y al 47’ Daniel Brailovsky hizo un slalom por el medio del área para definir cruzado y dar el de la victoria a su equipo.

La vuelta en el mismo estadio estuvo dominada por Cruz Azul, pero el guardameta argentino siguió demostrando todas sus capacidades y mantuvo el empate a ceros con varias atajadas que se sumaron a una lista interminable de grandes actuaciones.

La Final del siglo

Y así llegaba el Club América a una nueva final del futbol mexicano. Y por primera y única vez en la historia, el deporte favorito de México nos regalaba una definición por el título inédita. Las Águilas se reencontraban con su máximo rival, las Chivas.

La bautizada Final del Siglo arrancaba en los pastos del, hasta entonces, una vez mundialista Estadio Jalisco. El primer acercamiento fue de Guadalajara, tras un remate de De la Torre.

Luego el Ruso explotaba toda su velocidad para que Celestino Morales rechazara su disparo, pero Hermosillo llegaba para definir el gol. No obstante el árbitro Jorge Narváez lo anulaba por una posición adelantada que jamás existió.

Pero en una jugada casi idéntica, Brailovsky cedía al Grandote de Cerro Azul, quien sacaba una raya que se iba a enterrar en las redes.

Con gran jerarquía, Alfredo Tena se sumaba al ataque para rematar un centro tendido del Ruso, pero Morales volaba para desviar a tiro de esquina.

Zelada, no contento con jugar bajo sus postes, subía a tres cuartos de cancha para cobrar un tiro libre, que se iba por encima del larguero.

Ya en el segundo tiempo Mario Trejo aprovechaba una pifia de Quirarte y apenas tocaba el balón para marcar el segundo americanista.

Guadalajara se puso el traje de equipo grande y empujó y empujó, hasta que Yayo de la Torre punteó el balón a la meta, tras una serie de rebotes dentro del área.

Minutos después su primo Néstor hacía un tiro raso que vencía al portero argentino, quien pedía falta en la jugada previa. La igualada dejaba todo listo para el remate en el Azteca.

Otra vez las cosas iniciaban cachondas. Primero Ortega se barrió con rudeza sobre el portero del Rebaño y vino el primer conato de bronca. Luego Manzo le metió una violenta zancadilla por detrás a De la Torre y se iba expulsado a los 26 minutos de juego.

Carlos Reinoso modificaba su planteamiento e intentaba aguantar las embestidas del Guadalajara. Sin embargo en un despeje de Lugo la pelota le caía al Snoopy Pérez, que la dominaba como podía y se enfilaba a enfrentar a Zelada.

El guardameta achicó a gran velocidad, pero Pérez recortó a su izquierda. Héctor Miguel se lanzó desde la tercera cuerda y el experimentado Antonio R. Márquez señalaba el tiro penal.

Las Chivas había tirado 16 penales durante la campaña y sólo había fallado uno. La mitad del Azteca abucheaba y la otra mitad alentaba a Lalo Cisneros.

El Vaquero disparo al poste izquierdo y el guardavallas hizo la parada de su vida, que desmoralizó completamente al equipo jalisciense y dejó una huella permanente en la carrera del camiseta número 10.

Después de tremenda hazaña, el segundo tiempo sería amarillo y azul. Primero el Tucumano Bacas, que había entrado de cambio, cruzaba la pelota después de una atropellada jugada individual de Brailovsky.

Y entonces llegaría el momento cumbre de la final más importante de la historia. Corría el minuto 64. El Ruso colocó la pelota en el medio círculo de la esquina y centraba hacia el primer poste, donde Javier “El Vasco” Aguirre peinaba.

Alfredo Tena corría en medio de dos jugadores tapatíos y saltando apenas un poco empujaba con la frente el balón, que besaba el fondo de la portería. Esta imagen festejando con los brazos abiertos llena los corazones americanistas desde aquellos tiempos.

Tena se transformaba entonces en el eterno Capitán Furia, digno portador de un brazalete histórico y escribía su nombre en el índice de las más grandes leyendas americanistas.

Y aunque R. Márquez marcaba erróneamente un penal, que era convertido por Fernando Quirarte, el América no perdía el orden y seguía controlando las acciones.

Para confirmar el cuarto título del Club América, Aguirre hacía una jugada de crack y con su pierna izquierda metía el tercero. El nazareno pitaba y el Azteca explotaba en celebraciones.

Alfredo Tena daba la vuelta olímpica con el trofeo en las manos y preparado para seguir escribiendo su historia, que corrió en paralelo con la mejor época del club de sus amores.

Temporada 84-85

En el torneo 84-85 el América conquistaría el bicampeonato.

En cuartos de final se encontraban por tercera vez consecutiva con Chivas en liguilla. El primero lo anotaba Alex Domínguez después de un buen desborde de Hermosillo. Yayo de la Torre metía el suyo, pero se anulaba por fuera de juego.

La misma combinación de Hermosillo-Domínguez se repetía para que cayera el segundo gol.

Ya en el segundo tiempo se pitaba un penalti, que Lalo Cisneros valientemente pedía, con la confianza de sus 8 goles durante la temporada. Sin embargo después de una finta y un débil disparo, Zelada le volvía a atajar el penal.

El mediocampista del Guadalajara saldría de cambio en ese partido y nunca más volvería a portar la playera del Rebaño. Se fue a jugar al Irapuato y tras un año con los freseros, se retiró del futbol.

En el partido de vuelta sólo fue suficiente otro tiro libre de Alex Domínguez que se comía el Zully Ledesma.

Atlas sería el rivan el semifinales. La ida se empataba a 1 y las donas se repartían en el Azteca, por lo que todo se definía en penales.

Tras muchos minutos de goles anotados, el atlista López Lomelí volaba su disparo y Vinicio Bravo la mandaba a guardar, con lo que las Águilas alcanzaban una nueva final.

Final 84-85

Ahí se jugaría una serie a tres juegos, de manera increíble. Primero en el Azteca, donde García Aspe marcaba un golazo de izquierda. Luego Hermosillo empataba en tiempo de compensación y se iban a Ciudad Universitaria.

En un partido muy cerrado y con extrema tensión, no se movía el marcador. Parecía que se jugarían tiempos extra, pero las reglas habían cambiado un par de torneos antes, por lo que se debía jugar un encuentro de desempate tan solo dos días después.

En la Corregidora de Querétaro se viviría un encuentro muy polémico. A los 10 minutos Tena se sumaba al ataque para un tiro de esquina e intentaba recentrar, pero el balón rebotaba en la mano de Félix Cruz, con lo que el árbitro Joaquín Urrea señalaba la pena máxima.

Daniel Brailovsky no perdonaba y metía el primero. América se adueñaba de la bola y pudo anotar más, pero no concretaba.

También Pumas se acercó con peligro, con los pies de Flores y Ferreti, pero tampoco lograban sumar en el marcador. Al 35’ un defensa amarillo se barría en los linderos del área y los universitarios exigían el penal, pero la marca se marcaba afuera y el Tuca sacaba un riflazo que se iba desviado.

Hermosillo tuvo una clarísima, pero la mandó directo a la humanidad del guardameta. El mismo veracruzano fallaba la primera de peligro arrancando el segundo tiempo.

Un par de minutos después llegaría la jugada que hasta hoy se reclama como un robo por los antiamericanistas. En un acercamiento por derecha, Luis Flores intentaba mandar el centro, pero la pelota se encontraba en el camino con el brazo de Tena, quien rápidamente se deshacía del balón. Flores hacía un berrinche, pero nada se marcaba. Durante el partido no se mostraron repeticiones de la jugada.

La UNAM dominaba el partido desde hacía tiempo, aunque las de peligro siempre estuvieron del lado azulcrema y después de un despeje del Capitán Furia que le caía a Bacas, el Tucumano filtraba a Brailovsky, quien anotaba su gol.

Otra vez Carlos Hermosillo volvía a fallar una muy clara al 63’ y 11 minutos después los Pumas empataban, luego de un potente tiro del Tuca Ferretti que Vinicio Bravo desviaba a la portería.

Alfredo Tena Campeón con América

Y aunque los de la UNAM soñaban con empatar, por fin el Grandote de Cerro Azul marcaba una, picándola sobre el portero. Con esto Alfredo Tena volvía a levantar el trofeo de campeón y el América no paraba de acumular éxitos.

Rumbo al mundial de México 1986 se decidió dividir la temporada larga en dos torneos cortos. Así nacieron el polémico PRODE 85 y el México 86.

PRODE 85

El primero no era oficial, en un principio, y sólo constó de ocho fechas regulares, además de que se jugaba sin seleccionados, quienes estaban concentrados en Oaxtepec.

Fue ahí donde se dio otro turbio capítulo de nuestra historia futbolística. El Capitán Furia tenía apenas tenía 30 años y se encontraba en plenitud deportiva.

Fue parte de las convocatorias de Bora Milutinovic previo al mundial de 1986, sin embargo el serbio decidió expulsarlo de la concentración por llegar un día tarde al entrenamiento. Esto fue debido a que tuvo que operarse, pero la doctora de la selección no avisó a los directivos, supuestamente.

Y es que la verdadera razón de la no participación de Tena en el Mundial del 86 fue porque estaba patrocinado por Puma, a diferencia del Tricolor, que llevaba la marca de Adidas. Alfredo no quería cambiar de tacos y debido a ello los directivos dieron la indicación de descartarlo.

En la liguilla del PRODE, las Águilas derrotaron a la U de G con global de 3-1. La semifinal contra el Atlante estaba programada para el 19 de septiembre, pero el espantoso terremoto que sacudió a la Ciudad de México lo pospuso para 10 días después.

Ya para ese día el América no contaría más con Daniel Brailovsky, quien prefirió la tranquilidad de su familia y se fue a Buenos Aires sin avisarle a nadie. Un par de años después se retiraría del futbol profesional.

Los Potros de Hierro opusieron algo de resistencia, pero acabarían eliminados con global de 5-3. En la final se medirían ante el Tampico Madero, que traía une excelente equipo, liderado por Benjamín Galindo, Lalo Rergis y Sergio Lira.

Final PRODE 85

En Tampico la Jaiba Brava dio un juegazo. El primero cayó con la potente pierna del Dinamita Aldrete. Los azulcrema empataban con el gol de Ortega, tras un rechace de la defensiva. Todavía Peláez fallaba una, pero los tampiqueños estaban hambrientos.

Tras una melee dentro del área, se marcaba el penal. El goleador Lira no perdonaba y Tampico Madero se iba adelante. Luego el Panchillo Fernández aprovechaba un mal fildeo de Tena para marcar el tercero.

El cuarto y último gol también fue culpa del Capitán Furia, que no alcanzó a despejar un pase largo que le botaba enfrente y César Santiago cerraba la noche.

En la vuelta se esperaba un buen juego, pero no un milagro. Y tampoco se esperaba tanta polémica, por supuesto. Primer Galindo mandaba su pelota a las nubes.

Al minuto 39’ Munguía era derribado con una fuerte sancadilla, pero el colegiado dejaba correr y Alfredo Tena reclamaba con coraje. Luego Martínez sorprendía con un cañonazo, pero Pilar Reyes se lucía. Santiago hacía una de sexto año y Zelada le robaba el que pudo ser un golazo.

Al regresar del descanso Ricardo Peláez cazaba su gol y ponía el marcador 4 por 2. Tres minutos después Efraín Munguía caía dentro del área y Brizio señalaba un penal que todavía es discutido en nuestros días.

Las rústicas transmisiones de la época sólo enseñaban un par de repeticiones en las que no se logra apreciar con claridad si hubo algún contacto y parecía compensarse por el del primer tiempo. Lalo Bacas concretaba y se iniciaba la bronca adentro del marco tampiqueño.

Luna disparaba potente, pero una barrida alejaba la pelota al tiro de esquina. En una descolgada al minuto 80, Bacas cedía a Ramón Ireta, quien de derecha hacía la épica y empataba a 4 el marcador global.

Tampico Madero se desmoronó como mazapán y en tiempos extra el América sentenciaba, con más dudas arbitrales. Otra vez Munguía se internaba y Pilar achicaba, pero el americanista caía y Brizio Carter señalaba el segundo penal del encuentro, que los de la Jaiba discutieron muy poco.

América Campeón PRODE 85

El Tucumano marcaba el cuarto gol del partido y con eso los azulcrema completaban el Tricampeonato.

Pasaron otro par de años en los que Tena continuaba añejándose y demostrando que debió ser titular indiscutible en el Mundial mexicano. Con fuerza, garra y liderazgo, su nombre ya era sinónimo de grandeza y seguía forjando una carrera de altos vuelos.

Temporada 87-88

La 87-88 también fue de campeonato para el América. En cuartos dieron cuenta del Puebla por un apabullante acumulado de 6-2, incluyendo un monumental gol de Tena en el Azteca.

Semifinales

En semis contra los Ates de Morelia otra vez habría polémica y los antiamericanistas, que siempre han creído que varios títulos de club de Coapa han sido regalados, se convencían todavía más.

En el Venustiano Carranza, Alfredo se volvía a sumar al ataque, para marcar de cabeza en tiro de esquina. El juego terminaba empatado a dos.

La actuación del árbitro Miguel Ángel Salas fue desastrosa, pero no durante el partido. Después de empatar en tiempo regular, Mario Campos adelantaba a los de Michoacán, pero el Capitán Furia cerraba la pinza y devolvía la igualada con su tercer gol de la liguilla. El marcador de la vuelta quedaba 3-3 y los morelianos festejaban su pase a la final.

Sin embargo la regla era clara e indicaba que los goles de visita en tiempos extra no contaban como criterio de desempate y el partido tenía que definirse en penales.

Alfredo Tena fue a explicarle aquello al olvidadizo nazareno, quien solicitaba el regreso a la cancha del equipo visitante. Ya derrotados anímicamente, los Ates perdían en la tanda y América llegaba a la final.

Final América vs Pumas

Ahí perdían ante los Pumas en Ciudad Universitaria, pero en el Azteca el águila se comía a los universitarios. Con dos goles de Farfán, uno de Adrián Camacho y otro de Antonio Carlos Santos, el América se coronaba otra vez frente a uno de sus rivales por excelencia.

El último campeonato liguero que ganaría Tena con el club de su vida, llegaba en la temporada siguiente.

Temporada 88-89

La 88-89 fue muy rara, ya que los dirigentes decidieron volver al formato de liguilla en grupos. Acá el América lideró el sector A, con tres victorias, dos empates y sólo una derrota contra las Chivas.

El otro finalista salía del grupo B, donde Cruz Azul se deshizo del Tampico, Atlante y los Pumas, en esas épocas en que los cuatro grandes calificaban siempre a las liguillas.

La llave era, otra vez, digna de recordar y cerraba la gigantesca década del club americanista.

Tena, con 33 años enfrentaba su última final de liga sin el gafete de capitán, que el técnico brasileño Vieira le había cedido a Carlos Hermosillo, tras una temporada  de Alfredo llena de lesiones y sanciones, en donde incluso, tras un juego amistoso, agredió al árbitro Carlos Castillo, que fue forzado a cambiar su declaración para evitar la sanción mínima de un año sobre el defensor.

Final vs Cruz Azul

El primer partido, enmarcado con una lluvia sin descanso, iniciaba con un acercamiento que Alfredo impedía. Luego Pilar Reyes se pasaba en un tiro de esquina y avisaba que sería una mala noche para él.

Y es que unos minutos después le regalaba la bola a Zaguiño y el hijo del Lobo Solitario no dudaba en meter el gol con la pierna izquierda.

Luego Carlos Santos mandaba un centro sencillo, pero que Esparza no podía controlar y Hermosillo clavaba el segundo.

Sin embargo los cementeros reaccionaron y Porfirio Jiménez descontaba también con la zurda en el último minuto de la primera mitad. El del empate llegó en la segunda parte por conducto de Narciso Cuevas.

Sin embargo pocos minutos después Zague hacía la intentona de centro, pero Esparza metía la mano y se marcaba un clarísimo penalti.

El Negro Santos no perdonaba y así terminaba la noche oscura de Larios en la meta cruzazulina.

Con el global 3-2 ambas escuadras capitalinas se iban a descansar y se volverían a encontrar ese domingo al medio día, en el mismo escenario.

El primero cayó tras una triangulación infernal donde participaron Zague y Domínguez y que finalizó Juan Hernández.

Pero los cementeros, que recordaban su estirpe setentera, metió candela. Armando Romero mandaba un centro tendido que Patricio Hernández remataba para igualar los cartones.

En esa misma jugada Alfredo Tena se resentía de sus lesiones y tenía que ser sustituido por Eduardo Córdoba. En otro tiro de esquina, ya sin su baluarte en la defensa, Ricardo Mojica le pegaba de volea a discreción, con lo que la Máquina empataba el global.

El juego se hizo de ida y vuelta, pero ya no se concretaban las jugadas. Fue hasta el 77’ que el capitán veracruzano le pegaba con precisión a la pelota y anotaba el gol de la victoria.

Y aunque lamentablemente no pudo ser el que recibiera la copa que representaba el octavo título para el América, Alfredo Tena estaba satisfecho por conseguir su sexto título de liga, que lo encumbraba como uno de los artífices más importantes de la década azulcrema.

Ultimo partido con Selección

Su último partido con Selección Nacional fue en Los Angeles contra Colombia en 1990. Tuvo un paso realmente efímero, sin nada para destacar. Jugó 30 partidos y no anotó goles.

El eterno Capitán Furia empezaba a decaer en su nivel deportivo y las lesiones no lo dejaban en paz. Una operación de meniscos le hizo difícil retomar su gran nivel y a sus 35 años le costaba cada vez más trabajo.

Una de las gotas que derramó el vaso de la paciencia directiva, fue una falta que cometió sobre Pablo Oceguera de Correcaminos. La consecuencia fue una fractura de tibia y peroné y se solicitó la inhabilitación de Tena.

Por todo lo anterior, Díaz Barroso le regaló su carta. Alfredo Tena terminaba así una historia de valor incalculable con el América. Se iba del club que lo vio nacer, crecer, consolidarse y convertirse en ídolo, en leyenda.

Palmarés de Alfredo Tena

La década de los 80 nunca podrá ser contada sin mencionar el nombre del gran capitán una y otra vez. Tena jugó 594 partidos con el club, en donde ganó 14 campeonatos: seis títulos de liga, tres Campeón de Campeones, tres de la CONCACAF y dos Copas Interamericanas. Es el segundo jugador que más veces portó la casaca águila, sólo por detrás de Cristóbal Ortega que jugó 711 veces.

Además de eso tiene el récord del defensa más goleador de la historia americanista, con 26, cifra que sólo podría igualar el paraguayo Bruno Valdez, hasta ahora.

En la Autónoma de Guadalajara

Jugó una última temporada lejos de casa, en los Tecos de la Autónoma de Guadalajara. En la 92-93 sólo pudo participar dos encuentros y con eso decidía colgar los botines para iniciar su carrera como director técnico.

Así se iba uno de los tres mejores defensas de la historia de México, que lamentablemente nunca pudo dejar una huella en la Selección, pero que su paso por las canchas de la Primera División quedará tatuado en los recuerdos del Club América.

Feroz, fornido, incansable, entregado, disciplinado, defensor, goleador, ganador, exponente, ícono y figura, así fue Alfredo Tena, una Leyenda del Futbol Mexicano.

¿Crees que el Capitán Furia pudo haber marcado una diferencia en el Mundial del 86? ¿Cuál fue la mejor final del América en los 80? Déjamelo saber en tus comentarios. Si te gustó el video regálanos un like, compártelo y suscríbete para más Leyendas del Futbol Mexicano.

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