Para la calidad no hay edad, sin embargo en un deporte tan corto de carrera como lo es el futbol, es importante brillar lo más temprano posible.
A pesar de esto, hay jugadores que son la excepción a la regla, y que hasta años después comienzan a mostrar sus cualidades, esas que los llevan a convertirse en verdaderas leyendas del futbol mexicano.
Oribe Peralta
El Cepillo debutó en 2003 con los Monarcas y desde entonces tuvo roles más que nada como jugador de cambio en Monterrey, Chivas y Santos, además de haber jugado con León en la División de Ascenso.
Su carrera parecía estar destinada a la de un jugador no muy protagónico, sin embargo el despunte que tuvo con Jaguares de Chiapas le ayudó a regresar con Santos Laguna en 2010, donde vivió una maravillosa estapa.
A los 26 años, Peralta comenzó a despuntar en la Liga MX y convertirse en goleador, algo que le valió para llegar como refuerzo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y labrar una carrera que terminó recientemente, pero que se volvió legendaria.
Aldo De Nigris
Apenas un año mayor que Peralta, De Nigris debutó en 2002 jugando con los Tigres.
El hermano menor del Tano permaneció en la insitución felina por 5 años y anotó solamente 20 goles en 106 partidos, su rol en la institución fue principalmente como un jugador de recambio.
Tras esto jugó en Veracruz y Necaxa. Sin embargo apenas pudo hacer 7 tantos, todos con el cuadro jarocho.
A pesar de esto, Monterrey se fijó en él y lo fichó como un jugador que en principio no tendría mayor peso que el de estar en la banca, sin embargo poco a poco Aldo encontró su mejor versión de la mano de Vucetich y en su segunda temporada con la Pandilla anotó 23 goles.
Gran parte de lo que influyó para que subiera el nivel fue la motivación tras la muerte de su hermano mayor tras sufrir un infarto en Grecia. Después del título, Aldo se convirtió en una leyenda de la institución, sin embargo todo esto se dio hasta que cumplió 26 años.
Luis Montes
Desde siempre, Luis Montes fue considerado como un futbolista prometedor, motivo por el cual Pachuca lo debutó y apostó sus canicas a que tomara en algún momento el mando de la media cancha del club como titular.
Pese a las oportunidades, el Chapo no logró despuntar y tras 81 partidos y 8 goles se marchó a la institución hermana, el León, donde acabó convirtiéndose en uno de los jugadores más importantes en la historia del equipo.
Montes llegó en 2011 y levantó dos años después la Liga MX por primera vez y posteriormente el bicampeonato ante su ex equipo.
Ganó un título más, ante Pumas y perdió finales ante Tigres y Atlas, donde falló un penal.
El mariscal de campo, que se perdió un mundial por lesión, obtuvo el reconocimiento que se merecía hasta los 27 años, cuando de la mano de Matosas se convirtió en el jugador anhelado por todos los demás equipos de la Liga MX.
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