La influencia de los ingleses hace más de un siglo en la cultura mexicana, se vio reflejada de inmediato cuando nuestro país adoptó como propio el futbol, deporte que vio sus primeros años de existencia en México hace casi 150 años, sin embargo, tomó auge con la gente durante los años de 1910.
Para 1916, la unión de dos equipos de escuelas privadas dio como resultado la fundación del Club América. Rafael García Gutiérrez, joven de 20 años que fuera estudiante del Colegio Mascarones, creyó que era momento de fundar un equipo, que muchas décadas después, se convertiría en el más grande de nuestro futbol. Rafael jugaba futbol desde los 12 años de edad y para los que lo vieron jugar, era un fuera de serie, tanto que lo apodaron ‘Récord’, debido a su gran habilidad para driblar enemigos y romper marcas de goles en cada torneo que participaba.
La competencia a nivel amateur era tanta que el Colegio Marista de la Perpetua, les ofreció una unión de jugadores para poder fundar un nuevo club, además de que dicha escuela contaba con más dinero para cubrir los gastos del equipo. Fue así cuando el 12 de octubre de 1916, se propuso la fundación del club, justamente en el Día de La Raza, por lo que el nombre del equipo quedó decidido: América.
A lado de hombres como Germán y Eduardo Núñez Cortina, Rafael Rosales, Luis y Carlos Brehm, José de la Garza, Leobardo Salido, Manuel de la Garza, Jorge Perada, Francisco y Adrían Orive y Florencia Domínguez, el Club América había sido fundado.
Récord fue un férreo defensa central que vio actividad de manera semi profesional y profesional de 1916 hasta 1935, al mismo tiempo que la hizo de entrenador de 1917 a 1926 y por último de 1929 a 1930. Parte fundamental de los primeros dos títulos en la historia del club de Coapa, Récord es uno de los máximos ídolos que tiene el americanismo.
Su hermano Francisco, a pesar de tener una carrera un poco parecida, no tuvo el mismo éxito como futbolista. Formó parte de los jugadores que formaron al Club América y continuó su carrera con las Águilas hasta 1933, sin embargo, a pesar de haber sido convocado por la Selección Mexicana para el Mundial de Uruguay 1930, nunca fue un pilar del equipo. Sólo jugó un partido oficial como seleccionado nacional y justamente fue en Uruguay 1930 cuando participó en la derrota por 6-3 ante Argentina.
Al término del primer partido de ese Mundial, el menor de los hermanos Garza dio una frase para el recuerdo al decir “El frío restó energías a nuestros jugadores” en la derrota ante Francia. Falleció el 30 de octubre de 1965, pero su recuerdo como fundador del América, quedará plasmado para siempre en la historia.
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