El proceso para llegar a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 fue todo menos tranquilo.
La Selección Nacional enfrentó cambios de técnicos a diferencia de procesos anteriores, y con ello una serie de desconciertos donde en más de una ocasión la justa internacional pareció lejana.
Fue en un partido ante Estados Unidos, histórico rival de México y un equipo que solía dificultarse en demasía, donde el Tri finalmente pudo enderezar el barco y gestar su camino hacia tierras africanas.
Los verdes venían golpeados anímicamente luego de un proceso agridulce comandado por Hugo Sánchez donde quedaron terceros en la Copa América pero también perdieron la Copa Oro y los eliminaron del Preolímpico, esta serie de descalabros le costaron al Pentapichihi su puesto en el equipo.
Al relevo llegó Sven Goran Eriksson, famoso por dirigir equipos como Lazio y la Selección Inglesa, sin embargo el sueco jamás se adaptó al ritmo de juego en Centroamérica y terminó perdiendo su cargo.
Finalmente, tuvo que venir un antiguo bombero, Javier Aguirre, quien ya había logrado la hazaña de corregir el timón en una ocasión, para hacer reaccionar a un equipo que no caminaba.
Era la jornada 6 del hexagonal. Arrancaba la segunda vuelta de partidos, y México se situaba en cuarto lugar luego de tres derrotas, un ante Estados Unidos en Columbus por 2-0, otra 3-1 en San Pedro Sula ante Honduras y una más por 2-1 contra El Salvador.
La victoria en este juego sería vital para sumar puntos y no permitir que los rivales se alejaran, pues Honduras, Costa Rica y Estados Unidos marchaban alegremente por arriba del Tri.
El juego se llevó a cabo en el Estadio Azteca un 12 de agosto bajo un asfixiante sol.
Los dirigidos por Javier Aguirre salieron desde el minuto uno a ganar el partido, pero en ese afán dejaron espacios que Estados Unidos no desaprovechó, y así desde el minuto nueve el conjunto de las barras y las estrellas se adelantó con un gol de Charlie Davis.
El equipo nacional continuó intentando, sabiendo que una derrota podía dejarlo tocado de muerte, y que perder en casa un duelo oficial ante los Estados Unidos era inaceptable, y así, consiguió el empate gracias a un fogonazo de Castro desde fuera del área que pegó en el travesaño y se metió.
"Pudo haber intentado ese tiro otras mil veces... y en ninguna otra entraba" aseguró Landon Donovan tras terminar el encuentro.
A pesar de que Estados Unidos apostó por otro contragolpe, fórmula utilizada en múltiples ocasiones para vacunar al Tri, los verdes sacaron la casta. Transcurrieron los minutos y el duelo permanecía empatado, con un equipo local buscando el arco sin mucho éxito.
Justo cuando parecía que los del norte se llevaban un punto, apareció la figura de Efraín Juárez, quien hizo una gran jugada individual al desbordar por la banda derecha y posteriormente sacar un centro al corazón del área que remató Miguel Sabah, el hombre sin miedo.
El azteca estalló y los minutos restantes permanecieron sin cambio. Al finalizar, el Ángel de la Independencia se llenó de gente para celebrar este triunfo, que no fue un título, pero supo igual que uno gracias a que tras este despertar, México corrigió el rumbo y asistió a Sudáfrica 2010.
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