, marzo 29, 2024

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NACHO TRELLES, el entrenador más LEGENDARIO en la historia de México (1934-1991)


  •   12 minutos
NACHO TRELLES, el entrenador más LEGENDARIO en la historia de México (1934-1991)

La humanidad, a lo largo de la historia, ha dado hombres y mujeres únicos, inigualables, maravillosos.

Algunos adelantados a su época que vinieron al mundo a revolucionar su entorno con interesantes experimentos, nuevos conocimientos y aventuradas ideologías.

El mundo del futbol en México ha tenido la dicha de contar con algunos de esos personajes tan iluminados que dejaron su legado por siempre en la historia de nuestro balompié.

Una de esas eminencias que vivió para innovar, revolucionar y transformar el futbol del país, fue uno de los entrenadores más legendarios que estableció gran parte de los cimientos del futbol moderno en México.

Don Ignacio Trelles nació el 31 de julio de 1916, en Guadalajara, Jalisco y desde muy temprana edad mostró inquietud por desarrollarse en el futbol cuando su papá lo llevaba a los partidos de las Chivas a la edad de 8 años.

Debido a una oferta laboral que su señor padre no pudo rechazar, Nacho Trelles arribó a la capital del país, a bordo de un tren, mismo desde el que vería cómo se disputaba un partido de futbol en el mismísimo Parque España.

El destino estaba escrito y el pequeño Ignacio lo tenía bien decidido: el futbol sería más que una pasión, sería su vida entera.

Así que un día, acompañando a una prueba con el Necaxa a Daniel Pérez Alcaraz, uno de sus mejores amigos de la infancia, Nacho Trelles se puso detrás de la portería sirviendo como recoge balones.

Al termino de la práctica el entrenador se le acercó y le preguntó si quería unirse al equipo rojiblanco, a lo que contestó con un rotundo sí, sin pensar en la reprimenda de su padre le metería después de conocer  la noticia.

Vestido de electricista jugó durante 9 años conquistando los campeonatos de liga de la 1934-35 y la Copa México en ese mismo periodo, además del bicampeonato en la 36-37 y 37 38, todo esto en la época amateur del futbol mexicano.

Sin embargo, con la llegada del profesionalismo,  el Necaxa desapareció por no estar de acuerdo con la comercialización del futbol, e Ignacio Trelles, cuando apenas se consolidaba como titular, emigró al América, donde jugó tres temporadas, de 1943 a 1946, de ahí saltó al Monterrey, después se volvió internacional jugando en el futbol de los Estados Unidos, con los Vikings de Chicago, en 1948, para retirarse ese mismo año en el Atlante, luego de sufrir una fractura de tibia y peroné, gracias a una dura entrada por parte del guardameta Ángel, el ‘Pulques’ León.

El primer sueldo de Don Nacho como técnico fue de 700 pesos al mes, en 1950, a los 31 años.

Dirigía al Zacatepec de la recién creada segunda división profesional, en la cual se consagraría campeón de su primera edición, en la campaña 50-51.

En dicho certamen inaugural, solo participaron 7 equipos: Irapuato, Morelia, Pachuca, Querétaro, Toluca, Zacatepec y Zamora.

Los dirigidos por Nacho Trelles consiguieron el anhelado ascenso a primera luego de terminar líderes del campeonato con 19 unidades, 8 partidos ganados, 3 empatados y apenas uno perdido.

El 29 de julio de 1951, Trelles Campos debutó como estratega de primera división, en la abultada victoria de su equipo por 8 goles a cero ante el Veracruz, siendo este el debut más goleador que existe en la historia de la liga profesional en México.

Después de un fugaz paso por el banquillo del Cuautla, Ignacio Trelles arribó al extinto Marte, con el cual se coronaría campeón de la 53-54, logrando así su primer título como entrenador en el máximo circuito.

La aventura con el Marte solo duró un año ya que Don Nacho regresaría al Zacatepec, equipo que después de dos temporadas en primera y un subcampeonato se asentaba rápida y cómodamente en el circuito dorado, antes de realizar fuertes contrataciones para apuntalarse.

En esa campaña, 54-55, Nacho Trelles levantó su segundo título de liga y el primero en la historia del club morelense con apenas 5 años como director técnico.

Junto a Raúl Cárdenas y José Antonio Roca, dos mundialistas en Suiza 54, Zacatepec e Ignacio Trelles alcanzaban la gloria liguera luego de terminar primeros en la tabla por arriba del Guadalajara, que por un error en las últimas dos jornadas terminó en segundo.

Durante toda la década de los cincuentas, Ignacio Trelles se convertiría en el special one del futbol mexicano: todo lo que tocaba lo convertía en oro, y claro, siempre con su particular sello, el de la garra con inteligencia sumado a un sistema de juego bien definido yendo al ataque, pero bien parados y ordenados en zona baja, algo muy raro para ese entonces.

Trelles fue el primer técnico que hizo pausas en los entrenamientos, que trabajaba táctica fija, que repetía las jugadas, que manejaba los tiempos en el partido, que estudiaba a los rivales y que jugaba con la desesperación de los mismos.

Un hombre culto, con sed de nuevos conocimientos que pudieran potenciar el desempeño individual y colectivo de sus jugadores, Ignacio Trelles estuvo siempre un paso por delante de todos y se preparaba como ninguno: anatomía, psicología, acondicionamiento físico, nuevos métodos de entrenamiento y mucho más.

Un adelantado a su época que siempre supo adaptarse a los cambios en el futbol para evolucionar y mantener en lo más alto a sus equipos.

Después de conseguir el Campeón de Campeones en 1954 y la Copa México de la 56-57, los cañeros de Trelles se subieron a lo más alto obteniendo el título de liga de la 57-58.

A finales de los años cincuentas el nombre de Ignacio Trelles ya comenzaba a retumbar a lo largo y ancho de la República Mexicana y la onda expansiva llegaba hasta los oídos de los directivos de la Federación Mexicana de Futbol que buscaba un director técnico para la selección, luego de que Antonio López Herranz fuera hospitalizado previo al mundial de Suecia 58, durante la segunda parte de la eliminatoria.

Ya instalados en la justa mundialista y con Herranz recuperado, Trelles y el español naturalizado mexicano hicieron buena mancuerna para lo que se esperaba de México en la justa mundialista luego de 3 ediciones sin sumar unidad alguna.

Ante Suecia se cayó por 3-0 en el partido inaugural, pero luego contra Gales se conseguiría el primer punto para México en la historia de los mundiales luego de igualar a unos con gol de Allchurch y el empate de Jaime Belmonte, el héroe de Solna.

Finalmente, el combinado nacional se despedía de Suecia 58 después de perder ante los húngaros por abultado 4-0 y de regreso en casa, Ignacio Trelles continuaba enalteciendo su nombre levantando con el Zacatepec la Copa de Campeón de Campeones de 1958 así como la Copa México de la 58-59.

En 1961, Don Nacho llegaba a los cremas del América, gracias a la invitación de Guillermo Cañedo.

Sin embargo, vestido de amarillo pasaría con más pena que gloria pues no lograría campeonar al conjunto capitalino.

El América de Trelles fue subcampeón en la 61-62 donde quedó solo por debajo de las Chivas y la 63-64 en la que el Rebaño Sagrado también volvería a arrebatarle el título a los americanistas.

No obstante, a pesar de no conseguir presea alguna con el América, Nacho Trelles le dio protagonismo al equipo y le inyectó la adrenalina y el coraje necesarios para formar un grupo ganador.

Su etapa dirigiendo al América la combinó con su papel de estratega del representativo nacional mexicano de cara al Mundial de Chile.

El equipo mundialista que viajó a Sudamérica en 1962, es quizás la obra maestra de Don Nacho, considerada por los más longevos amantes del futbol como una de las mejores selecciones mexicanas de todos los tiempos.

Nos tocó de nueva cuenta Brasil con el que caímos 2-0, en una enorme exhibición de los aztecas que al frente tenían al genio Pelé.

Luego vino España en lo que fue un partido muy cerrado que se perdió por la mínima diferencia con gol solitario de Joaquín Peiró, al minuto 90.

Cuentan las crónicas de la época que Don Nacho corrió hasta el tiro de esquina antes de que Alfredo del Águila lo cobrara en el último minuto de juego para decirle que moviera el balón en corto y no al área si no los ibéricos, con su estatura, ganarían fácilmente la esférica.

Del Águila hizo caso omiso a las indicaciones de Trelles e instantes más tarde España cantaba el gol del triunfo luego de un muy buen contragolpe en la última jugada del partido.

Sin embargo, Trelles y sus seleccionados harían historia para México en el último juego de grupo ante los checos para llegar como héroes nacionales a nuestra tierra.

Aunque Checoslovaquia, que sería subcampeona del torneo, iniciaba ganando, Isidoro Díaz conseguía el empate al 12 de tiempo corrido luego de una buena jugada colectiva.

Más tarde, del Águila la mandaba al fondo de la red tras robarle a los europeos una bola en zona de peligro.

Finalmente, Héctor Hernández puso el 3-1 definitivo desde los once pasos para darle al país su primera victoria y así Trelles convertirse en el primer técnico en ganar con México un partido mundialista.

En 1964, Nacho se despedía del América y tomaba de lleno a la Selección Mexicana para mostrar su mejor cara en el Mundial de Inglaterra 1966. Los tres rivales en fase de grupos serían Francia, Uruguay y el anfitrión, que a la postre sería campeona del mundo.

Ante los franceses se empató a unos con gol de Borja al 48' y de Gerard Hausser al 62’.

Con Inglaterra no se pudo hacer nada y caímos 2-0, para que se terminara la participación con empate sin goles ante los uruguayos, en la despedida de la 'Tota' Carbajal.

La prensa que antes del mundial había calificado al equipo de Trelles como uno primitivo y salvaje, terminó por señalarlo como uno de respeto y buen nivel futbolístico, más allá de los resultados.

De nuevo en México y ya entrada la década sesentera, Don Nacho se contrataba con el Toluca donde viviría otra época de gloria ganando gran número de títulos entre copas y ligas.

Primero en la segunda vuelta de la 66-67, en sus primeros seis meses vestido de rojo, se coronó campeón, dándole así a los choriceros su primer título de liga, torneo que finalizaron con una ventaja de dos puntos sobre el América.

Ignacio Trelles no se cansaba de conseguir coronas y para el año siguiente le daba el bicampeonato al Toluca de Don Nemesio Diez terminando la 67-68 con 44 unidades y con los Pumas de la UNAM como su contendiente más cercano, 4 puntos abajo.

Don Nacho también añadió a las vitrinas del club las copas de Campeón de la Concacaf en 1968 así como las de Campeón de Campeones de 1967 y 1968.

En el primero derrotaron al León por la mínima y al siguiente año al Atlas por 3 a 2.

La leyenda seguía creciendo.

Amaury Epaminodas, Vicente Pereda, Florentino López, el Ruso Estrada y Juan Dosal eran solo algunos de los hombres al mando del experimentado Don Nacho, que daría otros de sus shows en la final contra el América del maestro Reinos, invadiendo la cancha  en los últimos minutos al ver a su equipo derrotado.

No dejaría a los choriceros sino hasta 1972 cuando decidió armarle una escuadra competitiva al Puebla, club con el que no le iría “ni bien ni mal”, según sus propias palabras.

Con los camoteros no llegó a buen puerto por la falta de jugadores de experiencia y finalizó su aventura en 1975 para enrolarse con el Club Deportivo Cruz Azul en 1976, donde encontraría su hogar futbolístico.

Ignacio Trelles formó un Cruz Azul setentero admirado por muchos, entusiasta, ganador, ordenado, sistemático, mostrando siempre buen futbol y claridad en todas las líneas.

Cuando Trelles tomó a la máquina, Cruz Azul ya contaba con tres títulos de liga a cuenta de Raúl Cárdenas, ex pupilo de Don Nacho.

No obstante, la leyenda viviente se encargaría de hacer más grande el legado de su alumno y enaltecer aún más la gloria cooperativista.

Con jugadorazos a su mando como Miguel Marín, Guillermo Mendizábal, Gerardo Lugo, Ignacio Flores, Horacio López Salgado y José Luis Ceballos, los cementeros derrotaron a los Pumas 2-0, en la gran final de la 78-79.

Pumas atacaba con Chucho Ramírez que cedía para Iturralde, el ‘Camarón’ disparaba de pierna derecha y Marín escupía para reponerse rápidamente ante la llegada de Cabinho.

Cruz Azul respondía con un centro desde el tiro de esquina, la pelota salía rebotada hacia la media luna donde Lugo la prendía directo al travesaño para que luego Jara Saguier la incrustara dentro de la red.

El segundo tanto cayó gracias a la conversión de López Salgado cuando de cabeza la mandó guardar tras un centro exacto de Adrián Camacho.

Las acciones terminaban y la afición cementera festejaba su cuarta corona con un Trelles incansable que por supuesto iría por más.

Cruz Azul lograría su séptimo título de liga con el bicampeonato concretado al año siguiente en la 79-80 luego de vencer en la final a los Tigres.

En el partido de ida en San Nicolás de los Garza, los cementeros se impusieron 1-0 con gol solitario de Rodolfo Montoya con un tiro libre bien colocado.

Ya en la vuelta parecía que Cruz Azul la tendría fácil cuando al minuto 4 se adelantaba en la pizarra gracias a un gol de Adrián Camacho luego de un centro de Rodolfo Montoya.

El 2-0 global se ponía en el tanteador, pero los celestes haría aún más grande la ventaja después de avivarse en un balón parado.

Montoya recibió solo dentro del área y no se equivocó.

La puso dentro de la portería y colocó el 3-0 redondo.

No obstante, aunque heridos, los Tigres de Tomás Boy se iban al frente para buscar la descontada.

Barbadillo lo intentaba una vez, pero le marcaban mano.

Afortunadamente para los Tigres en la segunda el 'Patrulla' encontró el gol tras arrastrar a la defensa azul, pero de nueva cuenta Montoya desinflaba a los regiomontanos con un golazo de tiro libre, mientras Don Nacho festejaba cerrando el puño desde la banca.

Llegaba el 4-1 global y los de la sultana del norte no querían salir humillados en la final así que pusieron manos a la obra y con goles del Alacrán Jiménez y Juan Manuel Azuara recortaron el marcador a 4-3.

A los universitarios no les alcanzaría para más y Cruz Azul conseguía un nuevo título, el penúltimo antes de una larga sequía que sigue vigente hasta la fecha de publicación de este video.

Tras su exitosa aventura con Cruz Azul, Don Nacho pasó al Atlante en 1983 donde conseguiría coronarse en la Copa de Campeones de la Concacaf, derrotando al Robinhood de Surinam por global de 6-1.

Posteriormente, en 1986 llegó a la UdeG, orquesta que dirigió hasta 1989. Colgó para siempre la pizarra de timonel en 1991 luego de dirigir al Puebla un año.

Así fue como el legendario entrenador ponía punto final a su aventura en la dirección técnica profesional del futbol mexicano, con 15 títulos entre nacionales e internacionales.

Trelles dirigió un total de 889 partidos, en los cuales salió con la victoria en 384, empató en 274 y perdió en 231.

Luego de su retiro como técnico, probó suerte en algunas producciones radiofónicas y televisivas como comentarista deportivo, pero finalmente el olor a césped le llamó y utilizó lo que le quedó de vida para trabajar como asistente de Fuerzas Básicas en el Cruz Azul, club con el que se identificó plenamente.

El 24 de marzo de 2020, a la edad de 103 años, Don Nacho partía de este mundo, no sin antes dejarnos un legado lleno de sabiduría y enseñanzas.

Jamás olvidaremos cuando cruzaba caminando el terreno de juego para desconcentrar a los rivales luego de salir expulsado tras reclamar una falta o gritonearle al árbitro.

Tampoco borraremos de la memoria las ocasiones en que aventaba balones dentro del campo para ganar tiempo o para apaciguar las aguas cuando la marea se le venía encima a su equipo.

Muy difícil será y muchos años tendrán que pasar para que sus récords sean superados por otros estrategas y aunque Ricardo Ferretti está por alcanzarlo en títulos, el brasileño deberá trabajar más fuerte y muy duro para llevar su nombre a lo más alto y entonces sí, sentarse junto a Don Nacho, en la mesa de los estrategas más grandes de nuestro balompié.

Ignacio Trelles Campos fue un hombre diferente, perfeccionista, apasionado, dedicado, extrovertido, poco ortodoxo, como venido de otro lugar, siempre comprometido con el desarrollo del futbol mexicano, para convertirlo en una potencia a nivel mundial y las enseñanzas siguen impactando al día de hoy con mucha fuerza.

Nacho Trelles fue, es y será una histórica Leyenda del Futbol Mexicano. ¿Crees que Don Nacho Trelles es el personaje más icónico de nuestro balompié?

Aparte del Tuca Ferreti, ¿quién piensas que podría ser de los mejores técnicos de nuestra historia? ¡Déjamelo saber en tus comentarios?

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