La euforia por ver al Atlas en una Final tras más de 20 años, y la posibilidad de verlos campeones después de 70, ocasionó todo un caos y connatos de bronca a la hora de conseguir boletos, algo que pudo terminar en tragedia.
Desde temprana hora, el club dio a conocer los precios oficiales, mismos que variaban entre abonados y no abonados, y que oscilaban desde los 900 pesos hasta los cinco mil.
Pese a todo, la afición respondió y desde el minuto uno abarrotó la taquilla para conseguir un lugar en el histórico evento, algo que obviamente no dejó pasar desapercibida la reventa.
Tal como ha pasado en otros espectáculos y deportes, las entradas comenzaron a escasear, no precisamente por la compra de los aficionados, lo que provocó un enorme descontento entre los presentes.
Un grupo de seguidores rojinegros, molestos por la manera en que los revendedores se hicieron de boletos dejando a los demás sin entradas, fueron a encarar al grupo de manera enfurecida, lo que provocó insultos, golpes y que aparentemente uno de ellos sacara una pistola y disparara al aire.
Esto último fue desmentido por las autoridades, concretamente por el comisario Miguel Castellanos, quien declaró lo siguiente.
Se recibió un reporte de una trifulca con detonaciones de arma de fuego, al arribo de nuestros compañeros no se detecta tal situación, se encuentran a dos personas que dicen de viva voz que si habían estado en riña con dos personas que al parecer se habían metido a la fila y de que estaban ahí pues por el tema del billetaje, eso nos obliga a nosotros a hacer una inspección aquí en contornos del Estadio y se encontró una bolsa de lo que denominan barrenos tipo petardo y nosotros presumimos que eso fue lo que se escuchó.
Hasta el momento, el equipo sigue sin pronunciarse al respecto, sin embargo las autoridades han comenzado a presentar unidades de vigilancia cerca del estadio para cuidar la integridad de quienes asisten a la taquilla, pues se reprtaron dos personas lesionadas tras lo sucedido cerca de las dos cuarenta de la tarde.
Según testigos, la pelea comenzó cuando unos aficionados se percataron de que los revendedores podían comprar en las taquillas sin formarse y se llevaban más de dos boletos, el límite permitido al público, posteriormente las entradas de 975 pesos se vendían en mínimo 6 mil pesos, lo que desató la furia de las personas.
Esto provocó la confrontación entre los dos grupos y la llegada de por lo menos 20 personas más a la gresca, misma que acabó siendo controlada por la policía.
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